«Vivos y muertos»: retratos de los voluntarios del batallón «Santa María»

Nika

Andrey Kotlyarchuk está obsesionado con la fotografía. Habla de ella de una forma muy emocional, con pasión. Habla duramente sobre la bajada de la calidad del arte fotográfico: «No todo lo que se pintó en óleo puede llamarse arte. Lo mismo se puede decir de la fotografía». Entre otras cosas, a Andrey le fascina la fotografía militar, tenía interés en ella antes del comienzo de la guerra en el Donbas. «Tengo una gran colección de fotografías antiguas, incluyendo las fotografías originales de la segunda guerra mundial, tanto soviéticas, como alemanas. Algunas de estas fotos me impresionaron por su valor artístico, tenían el espíritu de los retratos de la Edad Media.


El entusiasmo de Andrey dio un fruto algo inesperado, dada la idea moderna sobre la fotografía militar. Una serie “Voluntario», en la cual entraron las fotos escenificadas y que está privada de cualquier signo de reportaje o espontaneidad. «He estudiado este asunto seriamente y afirmo que todas las imágenes bélicas famosas, tanto hechas por los fotógrafos soviéticos, como por europeos o por americanos, están escenificadas, seguro. Estas fotografías están hechas con tanto arte que hacen creer a la gente que son fotografías espontáneas. Como, por ejemplo, la famosa foto «Alzando la bandera sobre el Reichstag” de Jaldéi.

Alías Nobebaslacerveza: “A veces pienso que un día concreto había sido el más duro de mi vida. Pero en la mañana siguiente me doy cuenta de que estaba equivocado”

Andrey ha encontrado sus modelos  en el batallón «Santa María», en la ciudad de Mariupol. El nombre del batallón «Santa María» surgió de una leyenda popular de Mariupol que cuenta que la ciudad debe su nombre a la Virgen María.

Alías Maidán: «Me imaginaba la guerra como en las películas que vi cuando era niño. En la vida real nunca vi a ningún enemigo a menos de 150 metros. No sé incluso si hubiese matado a alguien»

Sin embargo, no sólo fue por eso. Las mujeres y los hombres del batallón «Santa María» son creyentes, el batallón hace una liturgia dos veces a la semana.

Alías Bruja: “Cuando las balas vuelan alrededor, la cabeza se esconde sola. Siempre piensas que la próxima bala será la tuya. Solo después te das cuenta de que acertar a una persona que está a 200-300m de distancia es una tarea difícil”

«¡La gente del batallón «Santa María» es increíblemente diferente!», dice Andrey. «Me sorprendió que muchos de ellos son ciudadanos de la Federación Rusa. Hay también muchos locales, de Donbas».

Alías Caballo: “A veces me parece que siento el corazón de mi fusil. Estoy convencido de que esta cosa no puede estar muerta, es ya parte de mi cuerpo, puede que de mi cerebro también. Incluso en el sueño más tonto no puedo imaginar que después de la victoria, nos separaremos”

«Muchas personas no querían fotografiarse o aceptaron solo si llevaban puesta una máscara, temen por la seguridad de sus familiares que viven en los territorios ocupados, o porque sus padres no saben que están luchando en la guerra”.

Alías Gutsul: “No tengo nada que lamentar. Si empiezas a lamentarte el sentimiento de culpa va a tenerte cogido por la garganta hasta la muerte. Hay gente maravillosa alrededor de mí, tengo un arma en mis manos, sé porque estoy luchando. Puede que sea el momento más intenso de mi vida”

La filmación se realizó directamente en la línea del frente, a una distancia de 500 o 600 metros de las trincheras enemigas, o en las localidades cercanas al frente.

Alías Nika: “Veo la guerra como un trabajo que tengo que hacer. Pero antes o después todo se acabará. Y entonces prometo dormir sin sueños”

“Me gustaría transmitir la atmósfera de la guerra, porque tarde o temprano va a terminar, y después de un tiempo la gente la olvidará. Por lo tanto, cada retrato va acompañado de una declaración del soldado mostrado en el, algunas cosas importantes para ella o para él, las que más los impresionaron».

Alías Padre Volodymir: “Acerca de Cristo también dijeron que no se resucitaría. Algunos hasta ahora están convencidos de que nunca existió. Lo mismo está pasando con Ucrania ahora”

Esas fotos artísticas, según Andrey, son arte contemporáneo y suscitarán interés no sólo hoy, sino también dentro de 50 o 100 años, igual que nosotros consideramos interesantes fotografías de los tiempos de las guerras de Crimea  o de las dos guerras mundiales.

Alías Salvador: “Las guerras las gana la gente, pero el material también importa. En la guerra he empezado a apreciar el disparo certero”

30 de los retratos en blanco y negro que entraron en el proyecto «Voluntarios» ya están impresos en gran formato (1 x 1 metro) y se están preparados para la primera exposición que abrirá sus puertas a mediados de este mes en el Parlamento ucraniano.

Alías Catedrático: «Tal vez esto no debe decirse, pero cuanto más cerca estaba de la línea del frente, mejor era mi estado de ánimo. Siempre he pensado que nací para la guerra. En el puesto de control me siento como en casa»

El fotógrafo ya tiene una serie de ofertas desde el extranjero, para hacer exposiciones en Estrasburgo, La Haya y otras ciudades europeas.

Alías Pequenin: “La guerra es un fenómeno asombroso, están ocurriendo cosas que fueran impensables en tiempos de paz. La gente de repente revela las partes más agradables e inesperadas de sus almas. Esta experiencia es muy valiosa»

El autor explica que el interés de su obra reside en que «es un proyecto del arte dedicado a la guerra. Un proyecto de arte y un proyecto social, pero no es un documental.»

Alías Partisan: “En la guerra cambias las ideas acerca del arma. Por ejemplo, este rifle fue fabricado en 1891 en Rusia. Y es maravillosa”

Después de todo lo dicho anteriormente puede parecer que a Andrey Kotlyarchuk solo le importa la forma y el género, que solo le importa el arte en sí. No es verdad. Es cierto que Andrey no está interesado en la ideología o en la propaganda. Pero sí que le interesa el patriotismo. Lo encontró en su forma más pura, en la primera línea del frente, en los rostros y en las figuras de los combatientes voluntarios.

Alías Sirko: “En principio tienes un poco de miedo de tu enemigo. Crees que es más fuertes que tú y mejor equipado. Después de un tiempo te tranquilizas y te das cuenta que no es así. Si la bala le alcanza la cabeza, se romperá en pedazos”

El hecho de que sean voluntarios es importante para Andrey, nadie les obligó ir a la guerra, fue decisión de cada uno de ellos ir a defender Ucrania, ésta es su determinación, tranquila, no depende ni de sus preferencias políticas, ni su origen geográfico ni de su origen étnico.

Alías Mega: «En la guerra hay un cierto ritmo. Te levantas y te vas a la cama a unas horas determinadas. Incluso te acostumbras a los ataques. Con el tiempo, comienzas a pensar en cómo hacer tu trabajo y volver con tu familia. En casa tengo una vida menos intensa».

«El pueblo de Ucrania es una increíble fusión de la sangre ugrofinesa, eslava,  semita y turca. Y lo que estamos viendo ahora, probablemente sea el nacimiento de la nación ucraniana», dice el autor.

Alías Borghese: «Siempre he pensado que Rusia es un país asiático especial, que sólo finge ser el centro de Europa”

Uno de los voluntarios, cuyo retrato ha entrado en la serie y quien tiene el alías “Alemán”, era realmente de etnia alemana, fue ciudadano ruso y se mudó con su familia a Ucrania debido a desacuerdos con las políticas de Putin. Fue hace unos años, cuando nadie podía imaginar ni la guerra, ni la anexión de Crimea, ni incluso la protesta Maidan. Pero cuando todo esto sucedió, él fue hasta el final en su rechazo a la agresión rusa y en el compromiso con su nuevo hogar. Se ofreció como voluntario para el frente y dio su vida.

Alías Aleman, Cyril Heinz era un alemán étnico, ciudadano de la Federación Rusa: «Cuando era niño, escuché muchas historias sobre la guerra por parte de mi abuelo. Pero nunca pensé que yo mismo tendría que luchar. Especialmente contra los rusos «. Murió 10 de febrero 2015 en la batalla por Pavlopil.

Fuente: Cultprostir

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