Cuando empezó la guerra en el Donbás el otrora poderoso ejército ucraniano apenas pudo movilizar 5.000 soldados profesionales, y la mayor parte de las operaciones de 2014 se sustentaron en las aguerridas unidades de voluntarios.
Mucho ha cambiado desde el año 2015: más de 60.000 soldados sirven en la zona ATO, se está quitando el óxido al enorme cementerio de tanques que tenía Ucrania y el equipo ha mejorado considerablemente desde abril de 2014.
Pero esto no solo se debe al esfuerzo que hace el Estado (que se alimenta a fin de cuentas de los impuestos de los ciudadanos) sino a la enorme solidaridad de los ucranianos (y los que no lo somos) del mundo entero, ya que más el 25% del gasto en la guerra lo están soportando los voluntarios.
Cuando veáis esta imagen pensad en que gracias a vuestro granito de arena los soldados y voluntarios están mejor equipados, comen mejor y su moral es más alta que nunca en 26 años de democracia.