Estambul, ¿otro objetivo ruso?

El metropolita Tikhon (Georgy Shevkunov), de Simferopol y Crimea, considerado el principal candidato al puesto de patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, ha expresado reivindicaciones territoriales contra Turquía. En un vídeo publicado en las redes sociales (https://t.me/nevzorovtv/25211), Tikhon afirma explícitamente que cree que «Constantinopla volverá a su puerto de origen, como Crimea».
A continuación, reproducimos el texto completo en español: «Muchos de nuestros gobernantes cobraron ánimo tras el encuentro con los estadounidenses. Pero todos los grandes imperios ortodoxos, Bizancio y la Rusia zarista, cayeron por las maquinaciones de los latinos de Occidente. Dios nos ha preservado a Rusia y la levantó de sus rodillas, no para que volvamos a inclinarnos ante Occidente. Y veo que muchos ya quieren ser engañados, y nos amenaza un cisma de las élites, como en 1917. Yo cumplo mi ministerio en Crimea, en el lugar sagrado donde Vladimir se bautizó y adoptó para la Rus la verdadera fe. Y mientras nos tienta América, el hijo de Satán, Zelensky teje sus intrigas en Turquía. Allí donde está el sagrado Constantinopla. ¿Acaso no es esta una burla de Satanás? Pero no le permitiremos celebrar la victoria, y creo que Constantinopla, al igual que Crimea, también regresará al puerto nativo, al seno de la ortodoxia».
Los clérigos rusos hablan abiertamente de sus ambiciones imperiales y ahora reclaman territorio de Turquía. El Kremlin está manipulando activamente la historia de Bizancio para justificar sus pretensiones sobre Estambul. Ya no se trata solo de un debate religioso, sino de una declaración política destinada a empeorar la situación internacional. Los líderes religiosos rusos expresan cada vez más tesis que coinciden directamente con la política del Kremlin. La utilización de la Iglesia para promover ideas imperiales se está convirtiendo en un fenómeno sistémico. La Iglesia en Rusia ya no es una institución religiosa independiente, sino una parte de la política estatal y de la maquinaria propagandística del Kremlin.
A través de la Iglesia, Moscú intenta legitimar su agresiva política exterior. Estambul se ha convertido en otro punto de sus juegos geopolíticos. Los sacerdotes moscovitas ya se ven a sí mismos como gobernantes de una nueva Bizancio. Quieren destruir las mezquitas de Estambul y convertir Santa Sofía en un símbolo de la grandeza rusa. Las ideas geopolíticas de Rusia se basan cada vez más en la manipulación de la historia. El Kremlin y la Iglesia ortodoxa rusa están creando una realidad paralela en la que todos sus vecinos son «territorios históricos» de Rusia. Rusia no se limitará a Ucrania. Como vemos, es probable que Estambul sea el próximo objetivo.

Deja un comentario