OCT. 8, 2014

GINEBRA – Cientos de personas han muerto en los combates en el este de Ucrania desde que se declaró el alto al fuego entre el gobierno y los separatistas armados el mes pasado, comunicaron las Naciones Unidas este miércoles, afirmando que habían recibido informes de fosas comunes con cientos de cadáveres.
Se oficiaron al menos 331 muertes en el mes, después de que el alto al fuego fuera anunciado el 5 de septiembre, declaró el departamento de derechos humanos de las Naciones Unidas en Ginebra, y agregó que los intercambios de artillería, tanques y armas de fuego ligeras prosiguieron casi a diario en algunas zonas de las regiones orientales de Donetsk y Lugansk.
El último balance elevó el número de caídos en los últimos seis meses hasta al menos 3660, incluyendo combatientes y civiles, con más de 8.756 heridos, comunicó Gianni Magazzeni, un alto funcionario de derechos humanos de las Naciones Unidas, a los periodistas en Ginebra. Publicó un informe de 37 páginas que indican unas cifras conservadoras.
La mayoría de las muertes de civiles acontecidas fueron causadas por los bombardeos indiscriminados de zonas residenciales tanto por los separatistas pro-rusos como por las fuerzas armadas de Ucrania, cita el informe.

Grupos de separatistas armados en el este de Ucrania habían informado de la existencia de fosas comunes que contenían hasta 400 cuerpos a finales de septiembre, pero los observadores de las Naciones Unidas no habían recibido ninguna prueba, siendo incapaces de investigar las denuncias, ya que no tenían acceso a la zona debido a la falta de seguridad, dijo Sr. Magazzeni.
Los separatistas aseguraban que las presuntas fosas comunes se localizaban en Donetsk y en otros lugares, pero lo cierto es que se encontraron en zonas con gran relevo de control, dijo, instando a los rebeldes ceder el control de la zona para preservar los sitios en orden a una investigación adecuada.
Las autoridades ucranianas también habían informado de fosas comunes en la zona de Slovyansk, pero el equipo de las Naciones Unidas, que incluye a 20 investigadores, aún no fue capaz de hacer un seguimiento del informe, agregó.
Aunque la tasa de víctimas ha disminuido desde el alto al fuego de septiembre, los observadores de las Naciones Unidas informaron de que los separatistas armados «continuaron aterrorizando a la población» en las zonas que controlaban con asesinatos, torturas, toma de rehenes e intercambio de prisioneros.
En palabras de Magazzeni: «Hay un colapso total de la ley y el orden”.
La agencia comunicó que el cónsul honorario de Lituania en Luhansk había sido secuestrado y asesinado el 22 de agosto, en un caso abierto que aún se estaba investigando. Paralelamente, el Servicio de seguridad de Ucrania informó que había detenido a un miembro confeso de un pelotón de fusilamiento separatista en Donetsk que los lugareños acusaron de haber ejecutado al menos cinco personas.
Las Naciones Unidas también expresaron su preocupación por las actividades de los llamados batallones de voluntarios ucranianos de los que se dice que han detenido arbitrariamente, torturado y secuestrado a gente, tomando algunos como rehenes y extorsionando a ingente número de empresarios en puestos de control. Asimismo transmitieron su preocupación por el destino de al menos 1.000 personas detenidas por las fuerzas de seguridad ucranianas bajo sospecha de ser «militantes y subversivos.»
Las condiciones para los civiles que viven en las zonas de conflicto siguen siendo calificadas como «precarias», y el número de personas expulsadas de sus hogares por el conflicto, pero aún en las fronteras de Ucrania se ha elevado a más de 275.000, informó la ONU. La agencia de refugiados de las Naciones Unidas estima que el conflicto ha desplazado a más de un millón de ucranianos, incluyendo más de 800.000 personas que las autoridades rusas aseguran que han cruzado la frontera este año.
Fuente original: The New York Times
