Quizás el mundo entero se estremetió cuando en pleno centro de Moscú fue asesinado Boris Nemtsov, político ruso de la oposición de Putin.
El asesinato se produjo apenas dos días antes de la marcha que había organizado para protestar contra la crisis económica en Rusia y la guerra en Ucrania. En su último twitt pidió que la disfregada oposición de Putin se uniera por una causa común.
Podéis ver la última entrevista de Nemtsov, subtitulada al español en el siguiente enlace:
Aquí podeis leer la transcripción: “La vida de Nadiya Savchenko vale más que la de Putin”.
En actualidad está publicado el informe de Nemtsov, aquí podéis leerlo:
Capítulo I ¿Por qué es necesaria la guerra para Putin?
Capítulo II. Mentira y propaganda
Capítulo III. Cómo se llevaron Crimea
Capítulo IV. Militares rusos en el este de Ucrania. Parte I
Capítulo IV. Militares rusos en el este de Ucrania. Parte II
Capítulo V. ¿Voluntarios o mercenarios? Parte I
Capítulo V. ¿Voluntarios o mercenarios? Parte II
Y el informe completo aquí: «Putin es la guerra»
Sin embargo, ¿quién conoce las otras víctimas de Putin?
Los casos más sonados, son los siguientes:
Anna Politkóvskaya fue una periodista rusa, activista por los derechos humanos reconocida por su oposición al conflicto checheno y al presidente ruso Vladímir Putin.
Politkóvskaya se hizo conocida haciendo reportajes sobre la Segunda Guerra Chechena, donde muchos periodistas y trabajadores humanitarios habían sido secuestrados o asesinados.
Fue arrestada y sujeta a una simulación de ejecución por parte de las fuerzas militares rusas.
Fue envenenada de camino a Beslán, pero sobrevivió y continuó informando. Escribió varios libros tanto sobre las guerras de Chechenia como sobre la Rusia de Putin y recibió numerosos premios internacionales por su trabajo.
Sin embargo, murió tiroteada en el ascensor del edificio de su apartamento en Moscú el 7 de octubre de 2006.
Stanislav Yúrievich Markélov fue un abogado y periodista, activista por los derechos humanos, crítico con la actuación del ejército ruso en Chechenia.
Había sido abogado de la familia de Elza Kungayeva, una joven mujer chechena asesinada por el coronel ruso Yuri Budanov, que permaneció en prisión hasta mediados de enero de 2009, 15 meses antes del cumplimiento total de la pena.
Entre sus clientes, tenía víctimas del OMON y de la toma de rehenes del teatro Dubrovka de Moscú el 23 de octubre de 2002, así como también Anna Politkóvskaya.
Markélov fue asesinado el 19 de enero de 2009 en Moscú junto a la periodista Anastasia Baburova.
Natalia Estemírova fue una activista por derechos humanos rusa, ganadora de premios, quien era miembro de la junta de la organización rusa «Memorial» que trabaja a favor de los derechos humanos.
Fue asesinada el 15 de julio de 2009 alrededor de las 8.30 de la mañana en Grozni (Chechenia). Estaba trabajando en casos «extremadamente sensibles» de abusos contra los derechos humanos en Chechenia. Fue secuestrada y posteriormente su cuerpo fue encontrado con heridas de bala en la cabeza y el tórax en una zona boscosa a unos cien metros de la carretera federal «Kavkaz», cerca del pueblo de Gazi-Yurt, Nazran (Ingusetia).
Aleksandr Litvinenko fue un teniente coronel del KGB que murió envenenado después del encuentro con dos antiguos agentes del KGB.
En 1998 denunció una serie de irregularidades del Servicio Federal de Seguridad (FSB), convirtiéndose en uno de los máximos opositores del presidente ruso Vladímir Putin. Pidió asilo político en el Reino Unido. En otoño de 2001 publica en Nueva York su libro Rusia dinamitada: Tramas secretas y terrorismo de Estado en la Federación Rusa, que sirvió de base para el guion de la película francesa Atentado contra Rusia.
Todas esas personas han pagado con su vida por el simple hecho de oponerse al régimen de Putin y hacer salir a la luz las barbaridades que se cometían para que ese régimen pudiera seguir continuando.