pianista, fundador del Festival de música de cámara «karpatyArt» y consultor de Psicoterapia Positiva
- Asís Márquez (AM):
Igor Prokopyuk, pianista, director de festival y creador de la idea que nos ha unido hoy… Dinos: ¿cómo ha sido tu formación musical en Ucrania?
Cuéntanos un poquito sobre ti.
- Igor Prokopyuk (IP):
Mi formación como pianista comenzó a una edad muy tardía, a los dieciséis años. Antes de empezar con el piano, estudié acordeón de botones en la escuela de música, nivel básico. Sin embargo, a la edad de dieciséis años decidí aprender a tocar el piano y tras sólo dos años de práctica empecé mis estudios en el conservatorio de Lviv, donde me formé con tres maestros distintos.
- AM:
¿Qué nivel de estudios obtuviste? ¿Bachillerato? ¿Máster?
- IP:
El sistema de la educación artística en Ucrania es diferente al de aquí, pero podríamos decir que allí terminé lo que aquí equivale a un Máster y comencé lo que aquí sería un doctorado.
- AM:
He leído sobre ti algunos artículos y me ha llamado la atención que fuiste durante unos años director en una escuela de música. Cuéntanos sobre ello.
- IP:
Sí, así es, fui durante dos años el director de una escuela de artes que, por cierto, era la misma escuela donde empecé a estudiar música. Aquella fue una época muy interesante de mi vida. Aprendí mucho y descubrí cómo es la realidad de la vida cultural de mi país.
- AM:
Y como director de un festival de artes, ¿cuáles eran tus sensaciones y retos?
- IP:
Una vez terminados mis estudios tuve, junto con mi mejor amiga Natalia Zubko, una idea que después se convirtió en un bello proyecto cultural al que tengo mucho cariño, sobre todo hoy, cuando estoy viviendo fuera de mi país natal. Es un festival en una bonita ciudad llamada Yaremche, que se encuentra en la sierra de los Cárpatos. El festival, que se llama “karpatyArt”, está dedicado a todo tipo de música de cámara.
- AM:
¿Es el mismo festival que apoya el proyecto sobre el que estamos hablando hoy?
- IP:
Sí, efectivamente, es el mismo festival. Llevamos tres años de actividad: conciertos, clases magistrales, lecciones, presentaciones, encuentros… Por desgracia, a causa de la guerra en mi país, no hemos podido celebrarlo desde hace dos años, tiempo durante el cual hemos podido continuar únicamente con las actividades educativas, dirigidas a niños. A pesar de esto, siempre tuvimos y tendremos unos objetivos muy amplios en nuestra visión del desarrollo del proyecto.
- AM:
Has sido educado en una escuela y en un ambiente cultural muy diferentes a aquellos que puedes encontrar en España. ¿Cuáles son, según tu opinión, las principales diferencias en cuanto a la visión de la música en general, a nivel de interpretación, filosofía, estética…?
- IP:
Yo he tenido la suerte de dar clases con profesores de un nivel artístico excelente y respeto mucho el que fue el período de mi aprendizaje. Sin embargo, la situación de la pedagogía artística en general en Ucrania no es tan satisfactoria. Por esta razón mi experiencia no es, según creo, representativa de todo el panorama. Por otro lado, no he tenido aún mucha oportunidad de conocer la situación cultural en España. Por ahora podríamos hablar sobre mis “sospechas”, acertadas o no. Por lo tanto, me gustaría abstenerme de responder directamente.
(Ríe)
- AM:
Tras tu formación y actividad profesional en Ucrania como pianista, profesor, director de escuela de artes y fundador y programador de un festival, estableces ahora tu residencia en España. ¿Qué retos te supone comenzar un desarrollo profesional en nuestro país?
- IP:
Delante de mí veo muchas posibilidades o, mejor dicho, muchos caminos que podría tomar hacia un futuro aquí. Creo que el único reto a dia de hoy es dicha elección. Esta variedad de posibilidades y de puertas abiertas delante de mí me hace preguntarme a menudo qué es exactamente lo que quiero, y sé que de esta decisión dependen muchas cosas en mi futuro, tanto en el cercano como en el más lejano. Querría recorrer varios de estos caminos, pero soy consciente de que no puedo pretender vivir dos o tres vidas a la vez.
- AM:
Cuando hablas de caminos, ¿a qué te refieres?
- IP:
Si hablamos de música, podría destacar la vía del repertorio ucraniano (orientación que, por cierto, me estoy planteando muy seriamente). Pero en realidad no desearía ocuparme solamente de mi desarrollo como pianista, sino que también me gustaría cultivar mis facetas de profesor y psicoterapeuta. También me gustaría tener tiempo suficiente como para escribir artículos o incluso un libro sobre asuntos fundamentales de la interpretación artística bajo la luz de la teoría de la psicoterapia. ¡Hay tantas cosas interesantes!
- AM:
¿Cómo te gustaría que se iniciase tu camino profesional en España?
- IP:
Me gustaría poder desarrollar mi arte y tener un público. Así de simple. Para mi, “ser intérprete” exige mucha veracidad. Me gustaría poder transmitir todo el contenido que el compositor desea comunicar. Eso me haría ya, según creo, suficientemente feliz.
- AM:
Uno de los proyectos que formarán parte de este lanzamiento profesional es precisamente el concierto “Los sueños olvidados”, núcleo temático principal de la entrevista de hoy. Cuéntanos: ¿cómo surge la idea de dicho concierto? ¿Qué objetivos persigue?
- IP:
Es un asunto muy paradójico para mí, pues ha sido después de mi llegada a España cuando he tomado la decisión de centrar mi actividad profesional en la música ucraniana. Esta decisión tiene, por otro lado, su parte lógica, pues desde fuera es habitualmente mucho más fácil observar cualquier cosa (en este caso, la cultura de mi país) y ver las necesidades que surgen de ella y los desafíos que presenta. Así tuve esta idea de “hacer algo” para presentar la música de mi país ante el público español. En cuanto a los objetivos del concierto, claro está que en un primer lugar se encuentra la promoción: dar a conocer nuestra amplia y rica cultura, tan desconocida aquí en Europa occidental. También me gustaría, a través de esta actividad, crear una plataforma para músicos (ucranianos, por supuesto, pero también de cualquier otra nacionalidad) que pudieran estar interesados en acercarse a música culta de Ucrania.
- AM:
Ya conocemos a Aliona Stroia, soprano en cartel para este concierto. Sabemos que el resto de los intérpretes tendrá también nacionalidad exclusivamente ucraniana. ¿Hay ya más nombres encima de la mesa?
- IP:
Hay sólo uno, y es el de la violinista Eva Rabchevska que, desde el curso 2014-2015, es alumna de la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
- AM:
Y dime, ¿cuál es la razón por la que estás buscando intérpretes exclusivamente ucranianos?
(Se muestra muy seguro)
- IP:
Es evidente, aunque al mismo tiempo bastante complicado de explicar. Hablando de música vocal es más fácil entender que el motivo consiste en la necesidad de entender el idioma ucraniano. Cuando se trata de hacer música de mi país, hay una razón por la que prefiero colaborar con intérpretes ucranianos: su modo de percibir la vida y de reproducir el arte es diferente. Tiene que ver con la manera propia de los ucranianos de entender las cosas. No pretendo decir así que sólo los ucranianos saben o pueden interpretar nuestra música, por supuesto que no. Pero me parece bastante lógico elegir un equipo totalmente ucraniano para presentar nuestro arte a los oyentes extranjeros de una forma más directa, esto es, desde una vivencia más cercana e inmediata.
- AM:
Romanzas, preludios, fugas… Háblanos brevemente acerca del repertorio del concierto.
- IP:
La primera parte se ocupará del repertorio pianístico ucraniano, recorriendo obras de autores tan relevantes como Nestor Nyjankivsky, Victor Kosenko, Vasýl Barvinsky, Levkó Revutsky y Borýs Liatoshynsky. La segunda parte del programa concentra un variado número de canciones, romanzas y piezas instrumentales en las que la voz y el violín nos adentran en el expresivo mundo de la lírica ucraniana. Un detalle interesante del programa es que, en la parte con violín, interpretaremos cuatro obras escritas por compositores ucranianos que todavía viven. Sus nombres son Myrosláv Skoryk y Evgén Stankovych. Éste será el toque contemporáneo del concierto. Ante la pregunta de “¿por qué estas piezas en concreto?”, respondería que he estado muy pendiente de los diferentes caracteres de las mismas. Me obligaba por un lado a elegir música que representara bien mi cultura y, por otro lado, a que dicha música fuera muy clara en su forma de escritura para que fuera bien entendible.
- AM:
¿Qué es, según tu opinión, lo más notable y especial del repertorio que has elegido? ¿Qué hay en esta música que en España no conocemos?
- IP:
Voy a empezar por responder a tu segunda pregunta. Lo primero que caracteriza a ésta música es un larguísimo fraseo, que creo que deriva del idioma y del modo tradicional de expresarse. En ucraniano construimos normalmente frases mucho más largas que en castellano. Esta misma perspectiva se nota en la música ucraniana a simple vista: una vez empezada la frase musical, tendrá muchísimo desarrollo hasta alcanzar su clímax, para después calmarse en su tampoco muy precipitada terminación. La música ucraniana está, además, íntimamente ligada al contenido del texto y a la carga sentimental del mismo. Nos habla de la peculiar forma ucraniana de sobrepasar las vivencias. Nos revelará personajes con enormes capacidades de soportar el dolor y, al mismo tiempo, mantener la fé durante el camino vital. Siempre se percibe una lucha interior con el destino. Históricamente, el pueblo ucraniano ha tenido mucho por lo que luchar y, muchas de esas veces, ha luchado sin tener una salida o salvación posible. Perder y fracasar. Es un tema que se halla en toda nuestra arte (danza y literatura) y, por supuesto, en la música (principalmente en las canciones de tradición folclórica). Siempre hubo algo que me impresionó a este respecto: a pesar de la crudeza de las vidas que vivieron y tras enormes esfuerzos (y, en muchos casos, bajo amenazas de muerte), estos compositores lograron crear una música que en su más profundo sentido no deja de lucir con esperanza.
- AM:
Para finalizar nuestro encuentro, quiero preguntarte: ¿qué planes tienes para el futuro más próximo?
- IP:
Quiero llevar próximamente este proyecto a la Escuela superior de canto de Madrid. Además, el día 30 de este mes daré, junto al barítono Antonio Serrano, un recital de música romántica en la Academia de música CEDAM. De cara a un futuro un poco más lejano, tengo ya un par de citas en el Ateneo de Madrid para la primera mitad de 2017. Me gustaría poder contarte en nuestro próximo encuentro que la lista de conciertos y actuaciones sigue aumentando… Por mi parte, haré todo lo posible por que así sea.
- AM:
Para finalizar nuestro encuentro, quiero preguntarte: ¿qué planes tienes para el futuro más próximo?
- IP:
Quiero llevar próximamente este proyecto a la Escuela superior de canto de Madrid. Además, el día 30 de este mes daré, junto al barítono Antonio Serrano, un recital de música romántica en la Academia de música CEDAM. De cara a un futuro un poco más lejano, tengo ya un par de citas en el Ateneo de Madrid para la primera mitad de 2017. Me gustaría poder contarte en nuestro próximo encuentro que la lista de conciertos y actuaciones sigue aumentando… Por mi parte, haré todo lo posible por que así sea.
Entrevista realizada por Asís Márquez, el 02 de octubre de 2016