«Tuve suerte. En serio.
Tuve mucha suerte muchas veces en muchas circunstancias menores, en cientos de ocasiones de un segundo, que pudieron haber salido mal, y todo estaría totalmente distinto ahora.
Fue evacuado a tiempo y rápidamente entregado en manos de los médicos, tan profesionales y valientes.
Tengo familia y amigos, quienes me apoyaron y oraron a sus propios dioses por mi. Estaba sentado en ese infame auto, a un par de centímetros fuera del alcance de la muerte con su guadaña.
Muchas personas no tienen tanta suerte como yo, y eso no es justo. No todo puede ser reparado, pero algunas cosas si.»
El abogado ucraniano y veterano de guerra Masi Nayem sobrevivió por un milagro, pero perdió su ojo. Había escogido sacarse el parche del ojo y ahora apoya al proyecto «Centro de Superhumanos», una clínica en donde se practicará la cirugía reconstructiva y el desarrollo de aparatos prostéticos.
«Quiero que los ucranianos que han pasado por el trauma de la guerra tengan la fuerza para encontrar los argumentos en sus almas para reconocer por qué tienen suerte. De modo que no nos tornemos en una nación de víctimas, deprimidas y tristes, pues eso no somos nosotros».
Más información pinchando aquí, el sitio web de «Súperhumanos.com»
Fotografía por 📷 Nikita Zavilinsky