La información sobre las tierras ucranianas de los siglos XVI y XVII se distribuía a lo largo de la historia paralelamente a la gloria de los cosacos ucranianos. Europa escuchó sobre las campañas ucranianas contra los turcos, que «tuvieron lugar» en los campos silvestres entre Polonia y Osmanskymy posesiones. En aquellos tiempos se relacionaba el area de los cosacos conlos territorios entorno a Kiev y hacia abajo a lo largo del río Dnieper, que coincide con el centro de la antigua Rus de Kyiv (no Rusia).
Cuando se produjo la lucha de liberación por parte de Bogdan Khmelnitsky contra Varsovia en 1648, se marcó el inicio del estado cosaco, que a su vez ha sido «retratodo cartográficamente.» Lo hizo un ingeniero francés, artillero y cartógrafo Guillaume de Boplan (Guillaume de Beauplan). durante varios años en Ucrania él se encargó de construir castillos en Ucrania, entonces aprovechó también para el estudió cartografía, dejando como un memoria el escrito «Descripción de Ucrania – varias provincias del Reino de Polonia» (1660). Su mapa muestra casi todo el territorio de la actual Ucrania. Fue reimpreso en Francia e Inglaterra, fue utilizado en Polonia, Moscovia y el Imperio Otomano, que en ese momento estaban luchando por las tierras ucranianas.
El nombre «Ucrania» se pone en el mapa de los editores cartográficos líderes en Europa de París y Amsterdam a Augsburgo, y se utiliza comúnmente en la geografía europea.
El año 1699: el surgimiento del término «Pequeña Rusia» en lugar de «Ucrania»
Durante el reinado del joven y enérgico zar Pedro I, en el limite de los siglos XVII y XVIII, comenzó no sólo afirmación del reinado de Rusia como una gran potencia europea que obtenía la categoría de «imperio», sino también la formación de su imagen en otros países. En aquél entonces el público ilustrado de Europa, los representantes de los círculos políticos utilizaban las siguientes fuentes de información: periódicos, almanaques y mapas geográficos que tenían mucho más valor que hoy. En las pinturas de Jan ver Meer vemos un mapa en la pared lo que era muy típico para el interior de la casa de una familia holandesa. En aquellos años, un mapa como un reflejo del mundo exterior era sustituto del televisor de hoy. Los acontecimientos en los periódicos de entonces se cambiaban con regularidad, pero la apariencia de los estados en un mapa demoraban mucho más tiempo en cambiarse. Era extremadamente importante como se llamaban ciertas áreas y qué límites tenían. A base de estas imágenes se formaba la geopolítica de aquel tiempo.
A Pedro I no le gustaba que en los mapas occidentales Rusia se denominaba como Moscovia. Moscovia era algo asiático o bárbaro. Pedro I promovía un nombre «Rusia” («Rossia», un nombre griego de “Rus”, “Russia” – del latín), una herencia de Bizancio y Constantinopla. «Rusia» se convertía en una nueva marca. Pero en los mapas algunos países, que eran dependientes de Rusia, no aparecían adecuadamente. Por ejemplo Ucrania. En los mapas franceses de Nicolas Sanson I Ucrania se denominaba como «Ucrania, un país de los cosacos» (Nicolas Sanson I, Ukraina Paese de Cosacchi, 1678).
Este hecho provocaba la idea de que «Ucrania» no era «Rusia». Los primeros mapas del tiempo de Pedro I fueron traducidos de los originales europeos. Alrededor del año 1700 surgió un mapa puramente ruso, el único en el que hasta el año 1917 era representada la «Ucrania» actual (mapa 2 de la colección de la Armería del Kremlin de Moscú, fuente electrónica). Fue una traducción del mapa de Nicolas Sanson I: «Ucrania, un país de los cosacos».
Pero Pedro I corrigió rápidamente este «inconveniente» y excluyó el nombre «Ucrania». En el mercado cartográfico europeo fue difundida otra información: surgió un mapa dedicado a las campañas de Pedro I hacia la fortaleza turca en el río Don – Azov (1695-1696) donde Ucrania apareció como «Pequeña Rusia» (Pars Russiae Minoris). Este mapa fue publicado en Ámsterdam en el año 1699 (mapa 3). Fue por la primera vez, desde la antigüedad cuando el río Don (Tanais) era considerado el límite oriental de Europa, por lo que su conquista por Moscú simbólicamente la hacía un país europeo.
La Diplomacia de Pedro I claramente influía en las ediciones cartográficos de Occidente, ya que el propio «tsar» tenía la voluntad de ver su país en el mapa. En aquellos tiempos la publicación de los atlas era muy costosa, por lo que los cartógrafos se veían en la necesidad de aceptar la ayuda de un patrocinador.
Por ejemplo, uno de los cartógrafos británicos más famosos del principio del siglo XVIII Herman Moll (1654-1732) publicó en 1719 un espléndido atlas del mundo: se trata de diferentes mapas predestinados para posibles patrocinadores – políticos claves de aquella época. De esta manera, se encontramos con mapas «para el» Duque de Marlboro, Reina Ana. También había el mapa «para» el rey Pedro I.
En unos mapas existía Moscovia, que se dividió en «Asiática» y «Europea» (Mapa 1).
En el mapa, destinado para el tsar ya apareció «Russia or Moskovy» (Mapa 2).
Ucrania en este mapa no fue incluida, pero existía en otras páginas del atlas de Mol como «Ucrania – antigua tierra de los cosacos» (Mapa 3).
En otros mapas que no eran de Pedro I, Rus (Russia) en los últimos 200 años se indicaba en el mismo lugar: en lugar de Ucrania Occidental y lejos en el norte, cerca del Mar Blanco – en las tierras de la República de Nóvgorod, capturada por Moscú en los años 1470.
Fuente: Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania.
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3. Tercera Parte.