La canción del Bosque, por Lesya Ukrayinka
Traducida del ucraniano al inglés por Percival Cundy
Del Inglés y ucraniano al Español por Valentina Kobernyk Beresovsky, Irina Pavlikovska, José Bayo, Alejandro Lacomba y Karl Heinrich Pasch. Edición por Tamara Fomenko.
Un drama de hadas en tres actos
Personajes:
- “Él, quien destruye los diques” ( «Той, що греблі рве») : un espíritu destructivo que habita en las riadas de primavera
- “bebes perdidos”(Потерчата (двоє)): ninfas de agua (dos)
- Rusalka( Русалка): una rusalka. Las rusalky son ninfas de agua.
- Duende de agua ( Водяник): un espíritu guardián del lago
- Lev (tío Lev Дядько Лев): un campesino
- Lukash (Лукаш): otro campesino, sobrino de Lev
- El elfo del bosque (Лісовик): un espíritu de los bosques
- Mavka (мавка): una mavka (ninfa de bosque)
- “Voluntad de fuego fatuo”: un espíritu de fuego (ignis fatuus)
- Kutz (Куць): un diablillo malicioso
- Madre de Lukash: una mujer campesina
- Espíritu del campo: una ninfa que vive entre el grano
- Kilina: una joven viuda campesina
- “El, quien se sienta en la roca”: un espectro, que trae muerte y olvido
- “Los muertos de hambre”: diablillos que personifican al hambre y necesidad
- Un niño: el hijo de Kilina
- Destino: un espectro.
Artículos de interés
Para conocer más sobre la escritora, Lesya Ukrayinka, o leer información más completa sobre los personajes, pueden ser útiles estos enlaces adicionales:
Nota introductoria del traductor Ucraniano-inglés
*El folclore ucraniano rebosa en creencias y supersticiones, manifestando sobrevivientes de un pasado étnico oculto. En sustancia, ellos están conectados con los fenómenos naturales como se observa en las estaciones cambiantes mientras transcurre el año, y con la actividad de los espíritus que se manifiestan, supuestamente ocultos tras el mundo visible. Este es el fondo general de este drama de hadas. Sin embargo, dos anotaciones son útiles en los personajes del drama. “Bebe perdido” es un ser mitológico concebido como proveniente de un niño no bautizado, el fruto de un amor ilícito, tras haber sido ahogado por su desesperada madre. Similarmente, como “mavka”, quien es otra clase de ser mitológico, cuyo origen es descrito como el de una infante femenina que muere antes de recibir el bautismo cristiano.
PRÓLOGO
Un denso y mohoso bosque primaveral en Volhynia. La escena se da en un vado espacioso en el corazón del bosque, cubierto de sauces, y un viejo roble. A un lado del claro, éste se llena de densas malezas y cañaverales, y tras esto en una marisma verde vívida, la orilla de un lago que se alimenta de un riachuelo que corre a través del bosque. El riachuelo emerge de un denso matorral, vacía en el lago sus aguas, y se origina de nuevo en el otro extremo, sólo para perderse en la maleza. El lago en sí, es un plácido remanso de agua calma, cubierta con juncos y lirios de agua, excepto por un espacio abierto, limpio, en el centro.
El lugar es salvaje y misterioso pero no tenebroso, lleno por la tierna y sombría belleza de la Polesia, la parte boscosa de la provincia de Volhynia.

Es principio de primavera. A lo largo de la orilla del bosque y en el claro aparece el primer verdor, y las hepáticas y anémonas están en flor. Los árboles aún no tienen hojas, pero sus brotes están a punto de abrir. Una niebla flota sobre el lago, a veces cubriéndolo enteramente, pero cuando es movida por el viento, la niebla se dispersa, descubriendo el agua azul claro.
Un rugido se escucha desde el bosque; el arroyo se empieza a espumar y se vuelve ruidoso.
Entonces, junto con sus aguas, de fuera del bosque, viene a prisa “Él, quien destruye los diques”. Es joven, muy rubio y con ojos azules, y realiza movimientos expansivos que dan la impresión como si estuviese nadando. Sus ropas cambian constantemente de color, de un amarillo turbio a azul claro, y de vez en cuando emite sonidos de chispas doradas repentinas.
Apurándose con la corriente en el lago, comienza a circular alrededor del espacio claro y abierto, agitando la somnolente agua. La niebla se disuelve y el agua se vuelve más y más azul.
“Él, quien destruye los diques”:
Desde la montaña, hacia el valle.
Salto, corro, me arremolino
Y los pueblos tiemblan a mi arribo,
Pues los embalses yo derribo.
Todos los diques, todas las presas,
Lo que construya el humano.
¡Pues las aguas primaverales
Son como jóvenes indomables!
Él continúa agitando las aguas, más y más, hundiéndose y luego emergiendo como buscando algo.
“Los dos niños perdidos”
Pequeños infantes de tez pálida con camisas blancas, que salen a la superficie por entre los lirios de agua
1: ¿por qué vienes por acá perdido?
2: ¿por qué nuestro sueño a molestar has venido?
1: Aquí nuestra madre hizo nuestro nido
Arropándonos con mucho cuido
Sobre las piedras y sobre la grava
Ella nos armó una cama elevada
Lirios de agua en capas,
En la semana nos canta:
“liuli-liuli-liuliata
Descansad, mis pequeños niños”
(засніть – dormitar / малята diminutivo de “pequeño niño)
2: ¿Por qué vienes tú aquí volando?
1: ¿A quién tu andas buscando?
“Él, quien destruye los diques”:
A Rusalka busco aquí
A quien he amado desde que nací
La princesa del Duende de agua
Que en la tierra nadie iguala.
Por las montañas he fluido con anhelos,
Valles, quebradas y riachuelos
A mi querida amada
Ni en el océano encontraba.
¡Golpearé todas vuestras aguas!, os lo digo
¡Si a mi anhelada amada ahora mismo no consigo!
Y agita el agua tempestuosamente.
“Los dos bebés perdidos”
¡Oh, dolor!, ¡No nos atormentes!
Has perforado nuestra juventud
Que nuestra madre cultivó con pulcritud.
Humilde es el lugar que hemos tenido –
Pues Amor paterno no hemos conocido.
Ellos lo toman por la mano, rogándole.
Hasta las profundidades bucearemos
Aunque oscuras y frías encontremos
Hasta donde yace un pescador
Que Rusalka cuida con rigor.
“Él, quien destruye los diques”:
¡Que ella lo abandone inmediatamente!
¡Que ante mi ya se presente!
Los dos bebés perdidos se sumergen en el lago
¡Preséntate, pequeña!
Rusalka sale del agua, sonriendo seductoramente,y con alegría aplaudiendo con las manos. Ella viste dos guirnaldas: la más grande, verde; la otra, pequeña, como una corona de perlas, de las que cuelga un velo.

Rusalka
¡Ah! ¡Eres tú, mi dulce amor encantado!?
*чарівниченьку es “lleno de encantos”
“Él, quien destruye los diques”:
¿Qué estabas haciendo?
Rusalka
Ella comienza a nadar como pensando en acercársele, pero cambia súbitamente de dirección, evitándolo
¡Toda la noche, querido, he estado anhelando,
Soñando que tu estás regresando!
Todas las lágrimas que he enjugado
En una taza plateada he guardado.
Sin ti, las lágrimas, mi amante,
Llenaron la taza hasta quedar rebosante.
Luego ella palmea sus manos, se dirige directo a él como pensando en caer en sus brazos, pero de nuevo cambia súbitamente de dirección a un lado, y lo evita.
¡una pieza de oro se vería bien mona
Entrelazada en mi corona!
Ella ríe en tonos semejantes a campanas.
“Él, quien destruye los diques”:
Mordiente
¡Ah! Entonces quienes en el fango moran –
Los dorados objetos adoran!
Rusalka nada un poco más cerca, lo toma por la mano y lo ve a los ojos.
Y es que para mi Rusalka lo mejor
Es sentarse a contemplar al pescador.
Contemplar al pobre hombre, ya podrido,
De siluros y cangrejos bien cundido
Las mordidas su cabeza destrozaron
¡Qué gran conversación entre amantes!
Rusalka
¿ya irritado?
Maliciosamente, en tono enojado
Yo sé algo, tú, querido
¡Oh, tú, guapo rompecorazones!
Sonríe habilmente y él se nota intranquilo
¿Dónde has estado tanto tiempo?
Mientras a la hija del molinero
Tratabas con gran esmero.
Yo, del Duende de Agua la princesa
Largas noches estivales pasé en gran tristeza.
A una señorita que no es por decoro
¡Se le regala oro!
Ella le sacude los dedos a él y ríe ligeramente
Bien yo comprendo
Y tu naturaleza reprendo
No obstante te perdono
Pues en verdad te amo.
¡!
Con un humor patético
Seré por un largo parpadeo la más fiel en este mundo;
Abnegada y amorosa también a tí, por un segundo;
¡Engañame, y te hundo!
El agua no deja rastros
Pero si heridas a ambos
Y así como es tu amor,
Es también mi temor.
“Él, quien destruye los diques”:
Con un movimiento convulsivo, él aprieta su mano a Rusalka
¡Bueno! Ya, Paz y amor en nuestra relación
¡Sobre el lago, echémonos un chapuzón!
Rusalka
Empuñando su mano, da una vuelta ligera.
En el laguito nadando
Sus doradas arenas saltando
Con mi corona de perlas llevando
¡En la danza yo ando volando!
¡Uh! ¡Uh!
Ellos pegan un alarido, y se arrojan salpicando el agua. Ésta se levanta y golpea contra la playa mientras que las plantas y las cañas se apiñan, y las aves se levantan en bandadas por el miedo.
Duende de Agua
Él emerge del centro del lago. Su apariencia es la de un hombre gris, anciano, con pelo muy largo y la barba larga y blanca. Cubierto con una gran masa de plantas acuáticas que le cuelgan hasta la cintura. Sus harapos son del color del fango y en su cabeza sostiene una corona de conchas. Su voz es profunda y robusta.
¿Quién es el que osa molestar nuestras plácidas aguas?
Rusalka y su compañero se detienen, y luego escapan a prisa, cada quien por su lado.
¡Que vergüenza, hija mía! ¿Debe estar la reina del agua
Retozando con un extraño? ¡Desvergonzada!
Rusalka
Él no es un extraño, padre. ¿Que no ves?
Este es “Él, quien destruye los diques”.

Duende de agua
Si, ¡Ya sé, ya sé!
El no es de nuestra estirpe, aunque sea acuático.
Traicioneras y maliciosas son sus costumbres:
En primavera él desvaría, agita, roba,
Rasga de este lago su gloriosa corona de verdor-
Todo el año producidas por las ninfas,
Aterra a nuestros guardianes, las sabias y observadoras aves,
Las raíces de los sauces viudos socava,
Y también a los bebés perdidos él arroja y atropella
Con una aturdidora masa de calamidades,
Destruye la suavidad de mis arenas lisas,
Y rompe la paz de mi vejez.
¿Pero dónde está él en verano? ¿Dónde está él
Cuando el insaciable sol bebe el agua
De mi taza como un grifo loco por la sed;
Cuando las cañas y juncos desmayan por falta de bebida,
Y, agonizantes, mueren en mis bancos áridos;
Cuando los lirios, pereciendo, doblan abajo sus cabezas
Contra el agua para aliviar su sed?
¿Dónde está él entonces?
Durante este discurso, ““Él, quien destruye los diques”, secretamente toma a Rusalka, invitándola a ir con él al arroyo.
“Él, quien destruye los diques”:
En tono de mofa sutil
Porque yo estoy en el mar, padre.
Es entonces cuando el océano me llama en su auxilio
Para que el sol no seque su cáliz.
Y cuando llama el Rey del Mar, uno debe obedecer
Es mi deber – eso tu lo sabes bien.
Duende de agua
¡Ah si! Tu estás en el mar…. Pero para mi,
Si no fuera por la ayuda que yo recibo
De nuestra vieja confiable amiga, la lluvia otoñal,
Moriría, me evaporaría en niebla.
Rusalka
Pero, ¡Padre!,
La niebla nunca puede morir, pues de la niebla
La lluvia viene otra vez
Duende de Agua
¡Qué sabia eres tú!
¡Vete ya para abajo! ¡Suficiente de charlas!
Rusalka
De inmediato, querido padre. ¡Mirad, él ya no está aquí!
-Bien, ahora yo sé que peinaré estas plantas acuáticas desparramadas.
Sacando de su corona un peine hecho de conchas, ella comienza a peinar y suavizar las plantas a lo largo de la playa.

Duende de agua
Si, péinalas. Me gusta ver las cosas nítidas.
Quédate pegada a peinar. Mientras tanto, yo me quedaré aquí
Hasta que hayas terminado. Y todos arreglados
Los lirios de agua, entonces ellos se dispersarán,
Y rellenarán la alfombra de hierba de pato que se ha roto
Por ese descarado vagabundo.
Rusalka
Bien, padre, si.
El duende de agua se arregla confortablemente entre las cañas, siguiendo el trabajo de Rusalka con sus ojos, hasta que éstos se cierran gradualmente en sueño.
“Él, quien destruye los diques”:
Emergiendo rápidamente, hacia Rusalka
¡Escóndete tras el sauce!
Después de ver al duende de agua, Rusalka lo hace.
¡Volemos! Ven conmigo,
Si no tienes problema;
Donde la estirpe del molinero corre sin pena,
Ahí el dique derribaremos
¡A la hija del aceñero fácilmente ahogaremos!
Él toma a Rusalka de la mano y vuela con ella a través del lago. Pero no lejos del otro lado, Rusalka se detiene.
Rusalka
¡Que dolor! ¡he sido amarrada al antiguo roble!
Esto despierta a Duende de Agua, quien corre hacia Rusalka y la toma.
Duende de agua
¿Qué está pasando aquí? Tu, maldito bribón, ¡aprenderás
El costo de llevar por el mal camino a rusalka!
Iré a quejarme con tu madre,
“La ventisca de la montaña” (Той, щогреблірве), asi que cuidado, ¡Pagarás!
“Él, quien destruye los diques”:
Rompiendo en una estrepitosa carcajada
¡Hasta que eso pase, yo sólo desapareceré!
Adiós, Rusalka, llena tu cáliz plateado.
ÉL se desaparece a prisa entre el arroyo.
Duende de agua (a Rusalka)
¡Vete para abajo! No te atrevas a salir otra vez
Sobre la superficie por tres noches de luna llena!
Rusalka
En tono de rebeldía
¿Cuánto tiempo es que todas las ninfas de agua
Han sido tus esclavas en este lago? ¡Soy libre!
¡Soy tan libre como el agua!
Duende de agua
En mis dominios
Todas las aguas deben reconocer sus límites
¡Vete para abajo!
Rusalka
¡No quiero!
Duende de agua
¡Así pues!¿No lo harás?
¡Entonces devuélveme la corona de perlas!
Rusalka
¡NO!
El hijo del rey del océano me dio esta corona de perlas
Duende de agua
Tu no mereces llevar una corona como esa;
Y por tu desobediencia, tú irás con
“Él, quien se sienta en la roca”
Rusalka (con mirada de horror)
¡Oh, Padre, no!
Seré obediente
Duende de agua
Entonces ve abajo
Rusalka
Lentamente hundiéndose en el agua
Iré, Iré….¿Podría entretenerme sola
Con los restos del pescador muerto?

Duende de agua
Juega, como quieras, a mi me da igual
Rusalka de mala gana se hunde en el agua hasta los hombros y, sonriendo con melancolía, le da una mirada a él
¡Qué extraña eres! Yo hago esto por tu bien.
Ese vagabundo simplemente te arruinaría
Te dragaria por la cama de erizos
O en un feroz arroyo de bosque y te mutilaría
tu bello cuerpo blanco, y luego te abandonaría
en lugares desconocidos.
Rusalka
Pero ¡El era guapo!
Duende de agua
¿Tu y tus trucos de nuevo?
Rusalka
No, no, ¡Me voy!
Y se sumerge por completo
Duende de agua
Contemplando al cielo
El joven sol de primavera ya empieza a calentar…
¡Está sofocante aquí! Me debo refrescar un poco
Y también se sumerge en el agua.
Fin del Prólogo
Moneda conmemorativa
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