
Retratados: el Presidente de Bielorusia Alyaksandr Lukashenka, el Presidente ruso Vladimir Putin, la Canciller alemán Angela Merkel, el Presidente francés Francois Hollande, el Presidente ucraniano Petro Poroshenko, luego de firmar Minsk-2. Foto: Wikipedia
Luego de seis meses de la furiosa guerra rusa en Ucrania, algunos en la Unión Europea han llegado a creer que Occidente debe buscar no la victoria ucraniana, más un acuerdo de paz en Ucrania, sin importar el costo, aun si significa que Ucrania ceda parte de su territorio.
Impulsando esta visión están los temores de una crisis económica en Europa o una represalia rusa en contra de la Unión Europea, al igual que lástima por los ucranianos que están sufriendo diariamente esta guerra.
En marcado contraste, los que apoyan la justicia creen que Ucrania, y por su parte, la Unión Europea no deben hacer injustas concesiones.
La Unión Europea enfrentó este mismo dilema hace ocho años cuando escogió el apaciguamiento en un intento de contener una escalada regional mayor en el conflicto. Miremos como el resultado de esa postura permitió la actual guerra.
Siguiendo la anexión ilegal rusa de Crimea y la invasión de Donetsk por fuerzas delegadas en 2014, Ucrania apeló a la Unión Europea y los Estados Unidos para que se impongan duras sanciones y solicitó la provisión de armamento. Fueron impuestas, aunque muy leves y de muy corto plazo para forzar a Rusia a revertir el curso en vez de solo detener temporariamente sus planes de invasión.
Los socios occidentales eligieron no imponer medidas disuasivas que podrían haber rendido resultados significativos, tales como un embargo petrolero o el bloqueo de Rusia al sistema de pagos SWIFT. Más aun, para evitar la escalada con Rusia en 2014 y 2015, el entonces Presidente Obama vetó cualquier tipo de exportaciones de armas, proveyendo a Ucrania en cambio con equipo no letal, tal como raciones militares, protección para el cuerpo y equipos de primeros auxilios.

Occidente, entonces como ahora, estaba dividido en su resolución por paz y justicia. Por último, priorizó el cese del conflicto armado a través de garantías tales como el levantamiento de las sanciones. La estrategia fracasó por un sinnúmero de razones.
1- En 2014 Putin vio la respuesta de Occidente como una muestra de debilidad (y todavía lo ve)
Para reducir la velocidad de la guerra de Rusia, Francia y Alemania (luego respaldadas por la UE y USA) apoyaron los acuerdos de Minsk I y II de 2014 y 2015.
Con la violación a los ceses al fuego, junto a las no implementadas disposiciones militares y políticas, los acuerdos efectivamente cedieron mucho de la autoridad ucraniana sobre los oblasts (provincias) de Luhansk y Donetsk. Kyiv estaba bajo un intensa presión para hacer concesiones adicionales al Kremlin por su retorno. Y ninguno de los a Acuerdos de Minsk ni siquiera mencionaron el status de Crimea.
Esto recuerda el diseño de algunas de las presentes iniciativas que apuntan a un inmediato alto el fuego. La propuesta italiana para las negociaciones ruso-ucranianas sobre Crimea y Donbas y el levantamiento de las sanciones a cambio del retiro de las tropas del Kremlin de Ucrania (sin castigo), es la más conocida. Adicionalmente, expertos independientes han propuesto tratados que incluyen la cesión de territorios a Rusia tanto como otros compromisos y concesiones negociados
En 2014 Occidente teorizaba que podía desalentar suficientemente los imperativos de Putin con sanciones y así evitar hostilidades directas con el Kremlin.
La lógica asumía que Putin respetaría el derecho intenacional y que temía al alcance de la OTAN y la reacción de Occidente, implicando que se contentaría con el compromiso de conversaciones a cambio de desescalar las tensiones. Pero entonces, como ahora, Putin peleó y pelea por el completo control sobre Ucrania.
«Vladimir Putin busca restaurar la zona de influencia del Imperio Soviético. Putin quiere un escudo defensivo de países obedientes, recordó el anterior Presidente Francés Francois Hollande, quien negoció con Moscú en 2015″
Como en su artículo, notoriamente chauvinista «Sobre la Histórica Unidad de Rusos y Ucranianos«, publicado en julio de 2021, Putin cree que los ucranianos y los bielorrusos son parte de una nación rusa tripartita. Él ve a Ucrania como a un mero ocupante de lo que él denomina «tierras históricas rusas» y por lo tanto le deniega el derecho existencial de Ucrania a existir como estado.
De acuerdo a la agencia RBC, el artículo se convirtió en lectura obligatoria y un manifiesto oficial para los militares rusos. Esto demostró que la obsesión de Putin para erradicar la existencia de Ucrania es más importante que asegurar las fronteras rusas o promover la aprobación doméstica.

Rusia vio el foco de Occidente en un compromiso diplomático como una debilidad a explotar más que un poder económico duro y una respuesta militar.
Despues de todo, Rusia había anexado ilegalmente Crimea, luego invadió Donbás y exitosamente evitó sanciones compensatorias. Luego, pasó a ser parte de las negociaciones de Minsk II sobre Ucrania.
Como concluyeron Hugo von Essen y Andreas Umland, analistas del Instituto Sueco de Asuntos Internacionales, lo Acuerdos de Minsk convencieron al Kremlin que Rusia podría tener éxito en la apropiación de tierras y que Europa y los Estados Unidos de Norteamérica no tenían la voluntad política colectiva de forzar a Rusia a una retirada. Probablemente, Putin esperaba esto cuando invadió a Ucrania en febrero.
Por qué podría suceder nuevamente: Si Occidente pivotea hacia un acuerdo de paz sin considerar las ambiciones imperialistas de Rusia, Putin interpretará ésto como una capitulación de Occidente a su objetivo.
Por lo tanto él se preparará para una guerra más grande en un intento de aterrar al mundo nuevamente. Los medios de comunicación rusos han realizado ya veladas amenazas de un ataque nuclear o la Tercera Guerra Mundial. Además, el Kremlin cree que Rusia se adaptará a las sanciones, como lo ha hecho desde 2014 y Occidente sufrirá una mayor inestabilidad económica.
Más allá de la batalla territorial por Ucrania, Putin cree que él está luchando contra Occidente. Notar por ejemplo que luego de tomar Crimea en 2015, Rusia desestabilizó a Siria, causando una gran crisis migratoria para la Unión Europea.
2- Durante los pasados ocho años, los esfuerzos del Kremlin para rearmarse fueron no disputados
Rusia se benefició enormemente de la ausencia de embargos y demás, a pesar de las sanciones, el Kremlin logró modernizar sus Fuerzas Armadas.
En 2014-2022, Rusia encargó numerosas naves de guerra, incluyendo fragatas con misiles guiados, submarinos de ataque, y barcos y lanchas patrulleros con capacidad misilística, todos ellos usados ahora para atacar a Ucrania con misiles crucero Kalibr.
Para incrementar sus capacidades de largo alcance, Moscú creó nuevas brigadas armadas con misiles Iskander (SS- 26 Stone), nuevamente en uso en la actualidad.
El Kremlin modernizó también más de 1000 tanques, equipándolos con cámaras térmicas importadas y encargó más de 200 nuevos vehículos BMP-3.
El rearmamento fue llevado a cabo en en todas las ramas de las Fuerzas Armadas rusas. Las aeronaves Su-30 recibieron nuevo equipo de navegación, los helicópteros K-52 fueron reacondicionados con detectores infrarrojos, y fueron ordenados docenas de bombarderos Su-34. Las fuerzas terrestres fueron equipados con versiones mejoradas de BM-21 y BM-30 Smerch.
Como podemos atestiguar, Rusia se ha preparado por un largo tiempo para otro ataque, especificamente en Ucrania, luego del cual las fuerzas remanentes serían un amenaza genuina para la OTAN.
De igual manera como sucede ahora, algunos hacedores de política estaban esperanzados en vano que las sanciones redujeran los presupuestos militares rusos, forzándola a redirigir estos fondos a la economía civil. Aunque, ocho años atrás este cálculo falló.
En efecto, Rusia de alguna manera redujo su gasto militar aunque no al nivel de los 90, como tampoco hacia el desarme.
De acuerdo con War on the Rocks, si tenemos en cuenta la paridad del poder de compra (que refleja el estado de la economía nacional), el presupuesto del ejército del Kremlin del año 2014 al 2019 sumaría 200 billones de dólares de EE.UU. actuales. Solo los EE.UU. los ha sobrepasado en gasto militar.
3- El apoyo doméstico significa que Putin no va a caer
La crisis económica de los 80 obligó a la entonces Primer Ministro Británica, Margaret Thatcher, a reducir drásticamente la flota. No obstante, este no es el caso de Putin.
Como Rusia bajo el poder de Putin no es una democracia, el Presidente puede descartar las necesidades de la sociedad civil sin temor a perder las elecciones y a mantenerse enfocado en los objetivos geopolíticos a pesar de la economía estancada.
Cualquiera en oposición a este status quo se convierte en un blanco de intimidación y es marginado.
Cualquier demostración pública de protesta es rápidamente reprimida por la policía. Uno de los antiguos líderes de la oposición, Boris Nemtsov, fue asesinado en 2015. Otro crítico de Putin, Alexei Navalny, está detrás de las rejas.
Mientras tanto, más del 60% de los ciudadanos rusos en cada grupo etáreo aprueba la acciones militares de su país en Ucrania, de acuerdo al Centro Levada, el único encuestador independiente que ha quedado en el país. Una mayoría convencida también apoya la anexión de Crimea a Rusia y la ocupación de parte de Donbás. No más del 10% se opuso a la guerra en Ucrania.
El estado de ánimo público resulta de la percepción de que Ucrania es históricamente una parte de Rusia arrancada por la influencia occidental y del impulso revanchista de hacer nuevamente una superpotencia de Rusia (un status perdido con el colapso de la Unión Soviética).
Asi, pausar la guerra y esperar a que la opinión pública presione a Putin para alcanzar una paz larga y duradera es al menos antojadizo. Nótese que desde el 24 de febrero millones de rusos han emigrado a otros países.
Por qué podría ocurrir nuevamente: las actuales sanciones son más fuertes y están erosionando los márgenes de estabilidad en la economía rusa.
No obstante si Occidente le pide a Ucrania que haga concesiones en nombre de la paz, un nuevo tipo de acuerdo de Minsk puede surgir. Más aun, la historia nos ha mostrado como estos acuerdos de paz siempre han favorecido a Rusia y sus planes de expansión. ¿Por qué esta vez habría de ser diferente? Las tropas rusas permanecerían en la cercanía de Kharkiv, Sloviansk, Zaporizhzia, y el oblast (provincia) de Kherson. Le permitiría a Rusia ganar tiempo para reagruparse y rearmarse para realizar nuevas ofensivas e ignorar el bienestar de la población civil. Significaría que algunas sanciones podrían ser levantadas a cambio de su cumplimiento, como en el Tratado Nuclear Iraní con Occidente
4- Rusia ha establecido un reino de terror en los territorios ocupados
A pesar de todas las advertencias de los ucranianos, los impulsores de un cese del fuego inmediato apuntan a la necesidad de aliviar el sufrimiento de los civiles atrapados en medio del fuego cruzado. Esta es la forma en que los hechos se han desarrollado.
Luego de los acuerdos de Minsk, las regiones temporariamente ocupadas fueron gobernadas por delegados rusos.
Para el ciudadano apolítico del común, su apartamento o negocio podía ser apropiado por militantes. En cualquier momento podían ser secuestrados y mantenidos en un sótano clandestino hasta que los familiares pagaran un rescate para su liberación. Los negocios dejaron de operar, y las economías locales colapsaron.
El destino de los activistas pro-ucranianos ha sido mucho peor. Los terroristas rusos construyeron una red de campos de prisioneros, incluyendo Izolyatsia, un anterior centro cultural en Donetsk. Allí la gente era apresada por sus posiciones políticas y aun por su activismo cívico.

El periodista Stanislav Azeev fue mantenido en uno presuntamente por ser un «espía», y el académico de religión Ihor Kozlovskyi fue detenido por publicar mensajes equivocados en Facebook.
Los ocupantes de Donetsk mantuvieron a estos rehenes en condiciones inhumanas, torturándolos, golpeándolos rutinariamente y aterrorizándolos con simulacro de ejecuciones.
Antes de la última invasión rusa, 276 ucranianos eran mantenidos cautivos por los regímenes terroristas de las así llamadas «Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk» (RPD y RPL). Otros 241 prisioneros políticos eran mantenidos en prisiones de Crimea, entre otros modos de continuar la represión. Y, de acuerdo al OCCRP, el crimen organizado reina con supremacía en todos estos territorios ocupados, haciéndolos aun más peligrosos.
En los años 2014 y 2015, más de 1,78 millones de ciudadanos escaparon de las regiones ocupadas, convirtiéndose en personas internamente desplazadas luego de perder sus casas y posibilidades de vida.
Desde el 2 de febrero de este año, los residentes de los oblasts de Donetsk y Luhansk están teniendo que soportar un sufrimiento inimaginable por esta guerra que los Acuerdos de Minsk fracasaron en prevenir. Las ciudades de Mariupol, Rubizhne, Popasna, Sievierodonetsk, Volnovakha y otras han sido destruidas por los rusos.
Más aun, Rusia y sus delegados han mantenido una red de los así llamados «campos de filtración». Los ciudadanos de los territorios recientemente ocupados son forzados a someterse a la filtración, la cual incluye detenciones extrajudiciales, interrogatorios, torturas y otras violaciones a los Derechos Humanos.

5- Rusia utiliza a la gente en la Ucrania ocupada como carne de cañón o las deporta
Los residentes de las ya ocupadas regiones enfrentan otra amenaza: conscripción forzada.
Los delegados rusos movilizan a todos los hombres, lo que significa una real cacería humana. En Luhansk, por ejemplo, los representantes de la «RPL» denunciaron una pérdida de gas en un edificio de departamentos para que los habitantes salieran de sus viviendas, permitiendo que los hombres fueran detenidos al instante.
En virtud, que los militares rusos utilizan conscriptos de los territorios ocupados como carne de cañón, resulta en elevadas bajas debido a la falta de entrenamiento de los soldados y al uso de pertrechos de la era de la Segunda Guerra Mundial. Son por lo tanto usados para ataques a las fortificaciones ucranianas en el frente para localizar las posiciones ucranianas.

El control represivo por parte de los rusos y sus delegados en los territorios ocupados también incluye llevar a cabo deportaciones masivas forzosas de residentes. La gente es sacada de sus hogares y transferidas a regiones remotas de Rusia como Sakhalin, mientras otros reciben certificados prohibiéndoles partir. Todo se convierte en propaganda como la protección de la gente de la guerra.
Más de un millón de personas han sido deportados ya. Presumiblemente, esto se está haciendo para reforzar la demografía de la declinante población de Rusia y usar a los ucranianos como trabajadores forzados.
Por qué puede suceder nuevamente: Rusia ha capturado aproximadamente el 20% del territorio ucraniano. La situación ahora allí recuerda a los regímenes de las así llamadas «RPD» y «RPL», bajo los cuales prevalecen el saqueo, los robos, y el hurto de grano.
Como en la ocupación de Donbás en 2014, la represión de los activistas pro-ucranianos y de los líderes comunitarios está en marcha. Los rusos anunciaron movilizaciones forzosas en los territorios ocupados para fortalecer el número de tropas. La vida del ciudadano del común bajo la ocupación es aun más difícil que hace ocho años porque las rutas hacia y desde Ucrania han sido obstruidas. Los refugiados deben primeramente viajar a Rusia y luego intentar ingresar a la Unión Europea.
6- Rusia ganó una cabeza de puente (y sensación de impunidad) con su terrorismo nuclear.
Desde 2014 hasta 2022, un número de expertos llamaron a una cooperación con Rusia para hacer el mundo más seguro: más allá de otras motivaciones, prevenir una nueva carrera de armas nucleares y tacklear al cambio climático. Pero en 2022, los intentos para apaciguar a Rusia también fracasaron en este área de preocupaciones globales.
Usando la península de Crimea como cabeza de puente, los rusos en febrero montaron una ofensiva desde el Sur y rápidamente tomaron la PEN de Zaporizhzhia, la planta nuclear más grande de Europa. Los ocupantes ahora la mantienen como rehén para intimidar a Ucrania y al resto de Europa.
De acuerdo a la agencia de Enrgoatom, desde el comienzo de agosto, los rusos repetidamente bombardearon las instalaciones (como el 7 de agosto, 11 de agosto y el 9 de septiembre), casi impactando en el almacenamiento de combustible nuclear ya utilizado y eventualmente desconectando la estación de la grilla eléctrica. De acuerdo a la IAEA, existe «el riesgo real de un desastre nuclear que podría amenazar la salud pública de Ucrania y más allá».
Más aun, los rusos están posicionando artillería cerca de la planta para prevenir que el ejército ucraniano devuelva el fuego. En una de las unidades generadoras, los ocupantes alacenaron armamento y municiones. Presumiblemente, Moscú cree que habiendo evitado severas consequencias por anteriores violaciones al Derecho Internacional, permanecería impune aun ahora.
Como Rafael Grossi, diplomático argentino director de la IAEA enunció, la planta nuclear de Zaporizhzhia está fuera del control de la agencia y los principios de la seguridad nuclear han sido violados. El 9 de septiembre, destacó que el bombardeo ha caudado un completo apagón en Enerhodar y comprometido la operación segura de la PEN de Zaporizhzia, reclamando por el establecimiento de una Zona de Protección de Seguridad Nuclear en derredor de la planta. No obstante, Rusia ha reiteradamente rechazado llamamientos para establecer una zona desmilitarizada alrededor de la planta en la medida que continúa utilizando la planta de energía nuclear como un escudo para sus operaciones mlitares.
Por qué puede suceder nuevamente: si el mundo no responde decisivamente a este chantaje nuclear, Rusia verá que su estratagema funciona y puede continuar utilizando el uso civil de la energía nuclear como un arma. Si el conflicto se congela en esta conjunción, la PEN de Zaporizhzhia permanecerá bajo el control del Kremlin, permitiendo que contnúe amenazando a Europa. Y mientras Kherson continúe bajo ocupación rusa, otra planta nuclear al Norte de Mykolayiv, la planta de energía nuclear (PEN) de Pivdennoukrainska, está al alcance de las fuerzas rusas y ya bajo la línea de fuego.
_________________________________________________________________________________________
Por qué solo la victoria de Ucrania sobre Rusia es aceptable
En 2014 Ucrania instó al mundo a detener a Rusia, pero Occidente estuvo reticente a actuar y eligió lo que parecía el mal menor, congelar el conflicto. Ello resultó en la actual guerra, el sufrimiento de decenas de millones de personas y una incipiente crisis alimentaria y económica.
Ucrania no le pide a Occidente que peleé. Occidente solo necesita continuar apoyando a Ucrania y abasteciéndola del muy necesario armamento pesado, que los aliados pueden entregar sin que su propio sistema de defensa sea puesto en peligro. Los EE.UU. tiene más de 1.300 aviones caza de combate F-16 y más de 360 sistemas lanza misiles HIMARS. La OTAN opera obuses modernos autopropulsados y tanques de batalla, mucho de los cuales pueden ser entregados a Ucrania.
Entonces Ucrania será capaz de defenderse y podrá liberar sus territorios actualmente ocupados. La historia prueba que la guerra no puede ser evitada acordando una paz de corto alcance.
Fuente: Yuriy Prymachuk (Artículo), Esther Castain y Matthew Wickham (Editores). Euromaidan, Septiembre 10 de 2022.
Videos relacionados: