¿Qué es el Memorándum de Budapest y qué tipo de garantías de seguridad puede ofrecer rusia?

Hace exactamente 30 años, Ucrania renunció al tercer arsenal nuclear más grande del mundo.

En resumen, antes del Memorándum de Budapest, Ucrania poseía armas nucleares y era un Estado con capacidad nuclear. Tras la firma de este acuerdo, Ucrania perdió dicho estatus.

La renuncia de Ucrania a las armas nucleares fue un proceso gradual que comenzó varios años antes del acuerdo en Budapest, donde su estatus no nuclear fue formalizado a nivel internacional.

Por supuesto, el acuerdo no fue unilateral. A cambio, Ucrania recibió garantías de seguridad de los Estados firmantes: rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos. El Memorándum se concibió como un paso significativo hacia el desarme nuclear global y como un ejemplo para otros países en la renuncia a las armas nucleares.

¿Qué ocurrió después?

En 2014, la federación rusa violó brutalmente este documento y el derecho internacional al iniciar su agresión contra Ucrania, que en 2022 se convirtió en una invasión a gran escala.

Estas acciones representan una violación flagrante del derecho internacional, incluido el Artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas, que obliga a los Estados a respetar la soberanía y la integridad territorial de otros países.

El Memorándum de Budapest no logró prevenir la agresión de la federación rusa, un Estado con armamento nuclear, contra Ucrania, un país que había renunciado a su arsenal nuclear. Ni siquiera se llevaron a cabo las consultas previstas en el documento, a pesar de que Ucrania intentó convocarlas en múltiples ocasiones.

Hoy en día, el Memorándum de Budapest se ha convertido en un recordatorio de la falta de visión en la adopción de decisiones estratégicas de seguridad.

Este debe servir como una advertencia para los líderes actuales de la comunidad euroatlántica: construir una arquitectura de seguridad europea a expensas de los intereses de Ucrania, y no teniéndolos en cuenta, está condenado al fracaso.

La falta de garantías de seguridad reales y efectivas para Ucrania en la década de 1990 fue un error estratégico que moscú aprovechó. Este error debe ser corregido. Ucrania debe recibir garantías de seguridad claras y legalmente vinculantes que reflejen su contribución significativa al desarme nuclear global y al mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

Deja un comentario