La batalla de Kruty, ocurrida en 1918, es uno de los eventos clave de la Revolución Ucraniana de 1917-1921. Ocupa un lugar importante en la memoria de los ucranianos actuales, ya que simboliza la lucha de una minoría valiente de defensores de la soberanía ucraniana contra el poder ocupante de los bolcheviques.

La Rada Central Ucraniana, formada en 1917 como un gobierno democrático reconocido por el pueblo ucraniano, tenía como objetivo lograr primero la autonomía y luego la independencia de Ucrania respecto al control ruso. Sin embargo, tras consolidarse en Rusia, el régimen bolchevique emprendió una expansión sistemática hacia los países vecinos, incluida la recién establecida autoridad ucraniana.
En vísperas del enfrentamiento en la estación de Kruty, el ejército ucraniano sufría una deserción masiva debido al agotamiento provocado por la Primera Guerra Mundial y a la intensa propaganda bolchevique dirigida a sus tropas. Al inicio de su existencia, las fuerzas armadas ucranianas contaban con unos 600.000 soldados, pero en pocos meses su número se redujo a aproximadamente 27.000.
En este contexto, surgió la Compañía de Estudiantes de los Fusileros de Sich, compuesta por menos de doscientos voluntarios, en su mayoría estudiantes y alumnos de secundaria de Kyiv. En un principio, no se planeaba enviarlos directamente al frente; en la convulsa capital, su formación estaba destinada a tareas de seguridad, propaganda y educación, incluida la protección de la Rada Central Ucraniana. Sin embargo, recibieron un breve entrenamiento militar.
El 28 de enero de 1918, los ejércitos bolcheviques, tras haber ocupado gran parte de Ucrania, se preparaban para avanzar sobre Kyiv. En este sector, las tropas soviéticas sumaban entre 3.000 y 4.000 efectivos, mientras que las fuerzas ucranianas que defendían la estación de Kruty apenas alcanzaban los 400-500 hombres. En definitiva, el enemigo superaba a los defensores ucranianos en una proporción de 10 a 12 veces.
La fecha exacta de la batalla sigue siendo incierta: algunos historiadores la sitúan el 29 de enero, mientras que otros apuntan al 30 de enero. En aquel entonces, la prensa apenas mencionó el enfrentamiento, y los documentos históricos de la época lo mencionan con poca frecuencia. La autocensura y la fatiga informativa tras cuatro años de guerra mundial hicieron que el episodio quedara en gran parte en la sombra.
El objetivo principal de la defensa de la estación de Kruty, situada cerca de Kyiv, era retrasar el avance de las tropas bolcheviques mientras la Rada Central Ucraniana negociaba con las únicas potencias dispuestas a dialogar: principalmente Alemania y Austria-Hungría. Aunque el combate principal duró solo unas horas, el hecho de que las fuerzas ucranianas tomaran posiciones en Kruty logró frenar el avance bolchevique durante un día más.
Los bolcheviques ocuparon Kyiv en febrero de 1918, pero la batalla de Kruty les retrasó cuatro días. Este tiempo resultó crucial para que el gobierno ucraniano finalizara las negociaciones con las Potencias Centrales (Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria y Turquía), firmara un tratado de paz y asegurara su apoyo militar. Gracias a esto, en abril, con la ayuda de las tropas austrohúngaras, Kyiv pudo ser liberada de la ocupación bolchevique.
El mayor dramatismo de esta batalla radica en el brutal crimen de guerra cometido por los bolcheviques contra los jóvenes soldados ucranianos: tras la contienda, ejecutaron a varias decenas de prisioneros. La desproporción de fuerzas fue abrumadora, y entre los caídos se encontraba un combatiente de tan solo 14 años, capturado y fusilado.
Este artículo ha sido adaptado y traducido a partir de materiales del medio «Українська Правда».
