Los éxitos de los separatistas en el este de Ucrania los ha posibilitado en gran medida la intervención de tropas regulares rusas. No obstante, en las «fuerzas armadas de la RPD y la RPL» han tenido también un papel primordial los «voluntarios» llegados en gran número y con un flujo constante desde Rusia.
Desde el comienzo mismo de los enfrentamientos, comenzaron a llegar a territorio ucraniano nacionales rusos que, o bien formaban ya parte de grupos paramilitares, o bien se unían a las unidades ya conformadas. Entre estos combatientes se encontraban muchos antiguos colaboradores de los servicios especiales de Rusia y militares en activo, incluidos elementos con experiencia en combate en zonas de conflicto y otros con antecedentes penales. A menudo, dichos elementos se convertían en figuras clave en el seno de las tropas «separatistas», como, por ejemplo, el antiguo oficial de los servicios especiales Ígor Gírkin, el veterano de la «guerra chechena» Arséniy Pávlov (nombre de guerra, Motorola), o también Aleksánder Mozháev (nombre de guerra, Babáy), acusado por la Fiscalía de Krasnodar de intento de asesinato.
El reclutamiento, armamento, los pertrechos y el despliegue de los «voluntarios» rusos en Ucrania se ha organizado a menudo con la participación directa de las autoridades rusas.
Mercenarios
En agosto de 2014, el primer ministro de la llamada República Popular de Dónetsk, Aleksándr Zajárchenko, anunció: «Nunca hemos ocultado que entre nosotros hay muchos rusos, sin la ayuda de los cuales lo tendríamos muy duro, luchar sería más difícil». Según sus declaraciones, los separatistas contaban con unos 3.000 ó 4.000 «voluntarios» rusos en aquel momento.
El diputado de la Duma de la Federación de Rusia y miembro del Comité de Defensa Vyachesláv Tetékin estimó el número de «voluntarios» que participaron y siguen participando en las operaciones militares en el Dombás en unos 30.000. «Algunos lucharon ahí una semana, otros, meses; pero, según los datos de las mismas autoridades de las repúblicas populares de Dónetsk y Luhánsk, participaron en las operaciones militares cerca de 30.000 voluntarios», — subrayó. Este mismo diputado presentó a la Duma Estatal un proyecto de ley con el fin de otorgar a los «voluntarios» el estatus de combatientes, con todos los privilegios correspondientes.
El proceso de captación y envío de «voluntarios» al Dombás se organizó basándose en organizaciones sociales leales al Kremlin, en particular, su papel en este proceso lo confirmó públicamente el jefe de la asociación rusa de veteranos y diputado de la Duma por el partido Yedinaya Rossiya (Rusia Unida) Frantz Klintsevich. Y tal como han confirmado los propios «voluntarios», los puntos de reunión de los futuros combatientes suelen ser las oficinas de reclutamiento en ciudades rusas.
Aleksánder Mozháev (Babáy) y combatientes de la RPD
Un ciudadano ruso que combatía en las filas de los separatistas en el Dombás relató en detalle en septiembre de 2014 la organización del proceso de captación de «voluntarios». Según su testimonio, el reclutamiento de ciudadanos rusos para las «milicias» de la RPD y la RPL se lleva a cabo en ciudades rusas a través de oficinas de reclutamiento, asociaciones de veteranos de guerra y cosacos que organizan la entrada de los combatientes a la zona del conflicto armado.
Los «voluntarios» rusos que combaten en Ucrania reciben entre 60 y 90 mil rublos al mes
Aquellos que se muestran dispuestos a marchar a Ucrania por su cuenta se desplazan a la región [rusa] de Róstov del Don y allí se les reembolsa el coste de los billetes. Y es precisamente en ese óblast [región] donde se organiza la base material y los sistemas de adiestramiento de los combatientes antes de engrosar, ya armados, las filas «separatistas». Se les asigna el destino y la misión de combate y los vehículos blindados justo antes de cruzar la frontera ucraniana.
El contingente principal de «voluntarios» lo componen antiguos militares y colaboradores de los cuerpos de seguridad, es decir, individuos con experiencia en manejo de armas. Los reclutadores prefieren alistar combatientes de mediana edad. Los jóvenes no son su prioridad, ya que conservan fuertes vínculos con la familia, y la muerte del «voluntario» supone el riesgo de que sus padres expresen públicamente su descontento.
Los «voluntarios» rusos en el Dombás reciben una compensación material. El dinero para el abastecimiento de los combatientes procede de los fondos rusos financiados gracias al respaldo activo de las autoridades de la Federación [de Rusia].
Según las palabras de los propios combatientes, el sueldo medio del «voluntario» es de 60.000 rublos al mes, aunque «hay quienes cobran 80.000, 90.000, y los comandantes aún más». A modo de comparación, el sueldo medio en Rusia, según los datos del Ministerio de Desarrollo Económico, era en enero de 2015 de 31,2 mil rublos. El periodo de duración del servicio «voluntario» lo deciden ellos mismos, pero la duración mínima de la misión es de un mes.
En este sentido, es de gran importancia el testimonio de uno de los reclutadores de «voluntarios» en Ekaterimburgo, el jefe del fondo para veteranos de grupos de operaciones especiales del óblast de Sverdlovsk, Vladímir Yefímov, que confirmó que los «voluntarios» rusos que combaten en el Dombás lo hacen a cambio de una remuneración. «Hay unas normas de pago: los “soldados rasos” reciben 60-90 mil rublos al mes, 120-150 mil rublos los oficiales. Se dice que lo han subido a 240 mil», — afirmó Yefímov. Y añadió que «un combatiente con equipamiento y salario» cuesta unos 350 mil rublos al mes.
Además, Yefímov confirmó que uno de los métodos para enviar combatientes rusos a Ucrania es a través de las llamadas «operaciones humanitarias». En esencia, afirma que la invasión se ha llevado a cabo con pretexto del envío de convoyes humanitarios.
«La primera vez fueron bajo el paraguas de la Cruz Roja. Recibieron de los contactos locales la documentación para actuar como escolta [de los convoyes]. Y, al llegar, esa gente ya se quedaba allí, les entregaban las armas y les encomendaban las misiones de combate. Y ahora ya los metemos dentro de los camiones de ayuda humanitaria para enviarlos», — añadió Yefímov.
El «voluntario» Artyóm, de San Petersburgo, relata que al Dombás se envía gente desde distintos puntos de Rusia y ya una vez allí se les reparte de forma organizada equipación y uniformes: «Algunos usan sus propios uniformes, siempre que sean cómodos y adecuados; pero, por lo general, a todos los visten con ropa militar sin distintivos ni insignias e incluso sin la etiqueta del fabricante. Las armas son viejas, hasta de almacenes soviéticos. Nada de rifles de francotirador, armas automáticas que no estén en los arsenales de las fuerzas armadas ucranianas».
El canal de tv, ahora cerrado por las autoridades locales de Tomsk, TV -2, emitió el 6 de diciembre de 2014 un vídeo sobre la despedida de un grupo de «voluntarios» locales que marchaban a la guerra en Luhánsk. El reportaje se realizó desde el lugar de partida del autobús con los futuros combatientes de la RPL. El envío lo organizó la Unión Rusa de veteranos de Afganistán. En palabras de Mijaíl Kolmákov, uno de sus responsables locales, se envían al Dombás grupos similares desde distintas ciudades de Siberia. La equipación de los combatientes enviados desde Tomsk la sufragan patrocinadores cuyos nombres prefieren ocultar los organizadores de los envíos.
Los testimonios obtenidos confirman que una parte significativa de los combatientes rusos en el Dombás fue enviada a Ucrania conforme a un método organizado, recibió instrucción militar, apoyo material y los propios «voluntarios» cobran una compensación por participar en las acciones militares. De este modo, habría indicios de un posible delito conforme lo tipifica el artículo 359 del Código Penal de la Federación de Rusia. La legislación vigente faculta a Rusia a calificar a los denominados voluntarios de nacionalidad rusa que combaten en el Dombás como mercenarios. En concreto, el Código penal de la Federación de Rusia estipula: «Se considerará mercenario a toda aquella persona cuyas actuaciones se produjeren a cambio de una compensación material; que no sea ciudadano del Estado parte en el conflicto armado o en las acciones militares en cuestión, no resida de forma permanente en el mismo, y no se lo haya enviado en cumplimiento de misión oficial ».
Sin embargo, de hecho, a quienes han investigado las autoridades rusas ha sido exclusivamente a ciudadanos rusos que combaten del lado de las fuerzas ucranianas. Así, en octubre de 2014, fue incoada causa criminal contra un moscovita, Róman Zheléznov, que luchó en el batallón ucraniano Azov. Los combatientes que engrosaron las filas de los separatistas no han tenido ningún problema con la ley en Rusia. El presidente de Federación de Rusia, Vladímir Putin explicó que «quienes, respondiendo a la llamada de su corazón, cumplen su deber» participando en acciones militares no pueden considerarse mercenarios.
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Me da asco de, estas personas que matan por dinero!!!! Por suerte hay un Dios que los Juzgará.- Tienen doble pecado, invaden territorio que, no les corresponden y matan para lograrlo.-
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