Vladimir Putin, seguramente, no hablará en la ONU sobre Ucrania y es todavía más seguro que no lo hará sobre Crimea. Una alegría bastante rara ha sonado en las redes sociales diciendo como que Putin se ha implicado muy activamente en conflicto de Siria, y eso significaría que no tendría tiempo para Ucrania…
Al principio pensaba que eran gente ingenua que escribía teniendo ilusiones sobre que Putin se había olvidado de Ucrania. ¡Pero no! Los ciudadanos no son ingenuos, algunos incluso tratan esa «buena noticia» como si fuera algo parecido a un análisis. Seguramente para que » la buena noticia» estuviera presente más tiempo.
En realidad las piezas del rompecabezas cuadran de otra forma. Concretamente toda esta historia de la activación de la ayuda militar para Assad por parte del presidente Putin tiene un objetivo totalmente diferente, ¡incluso contrario! Pero vamos a poner sobre la mesa las piezas de rompecabezas paso a paso, las tenemos que encajar bien.
El silencio en la línea del frente en el que tantas veces se han puesto de acuerdo el gobierno ucraniano con los separatistas sonó el 31 de agosto y estaba prometido para 1 de septiembre.
Así es, el 31 de agosto en medio de este profundo silencio una granada explotó cerca de las paredes del parlamento, dando la impresión de que la línea del frente se trasladó desde Donbás a la calle Grushevskogo en Kiev. Pero ahora mismo lo más importante para nosotros es el silencio en Dombás. ¿Quién ha podido ordenar a los separatistas y sus ayudantes y jefes rusos que detengan el fuego? Solamente el Kremlin, no hay ninguna otra autoridad para ellos. El que paga, el que pide la «música» de las pistolas, o, en otros casos, el silencio.
Más o menos a la vez se conoce que Putin va hablar ante la Asamblea General de ONU en Nueva York. Y tras ello, el presidente ruso no se opondría a reunirse con el presidente de Estados Unidos. ¡Por casualidad o a próposito! Toda esta información venía de Rusia, y ha sido resaltada y apoyada por Peskov, Lavrov y otros políticos del país vecino.
Tras una semana llena de discusiones y comentarios de politólogos y analistas acerca de la preparada intervención de Putin en Nueva York, buques de guerra de Federación Rusa llenos de equipos y armas cruzan el Bósforo hacia el mar Mediterráneo. Y el presidente Obama se ha mostrado preocupado por ello. Después de su «preocupación», Serguéi Lavrov ha dicho tranquilamente que Rusia ha apoyado y va a seguir apoyando al presidente de Siria con equipos de guerra, armas y expertos.
«La frontera rusa» en la guerra de Siria ha existido desde hace tiempo, pero ahora con los esfuerzos de Kremlin este tema ha aparecido en la prensa mundial con una mayor cobertura mediática que el conflicto en Donbás e incluso más que la anexión de Crimea por parte de Rusia. ¿Por qué? Yo pienso que Putin tan sólo quiere esto para que hablen de Siria y no sobre Crimea o Donbás. Quiere que Obama se le acerque y negocie sobre Siria, para que Rusia » se marche » junto con sus buques, armas y expertos fuera de Siria. Está claro que el fortalecimiento de las posiciones de Al-Assad alarga la guerra y la hace mucho más sangrienta. El fortalecimiento de la guerra estimula la huida de refugiados que cruzan el Mar Mediterráneo para llegar a Europa. El aumento del número de refugiados amenaza a la Unión Europea con una profundización de la crisis de los refugiados, lo que a su vez incide en las posiciones de EEUU en Europa. Es muy improbable que los Estados Unidos ayuden a Europa proveyendo ayuda y trabajo a los inmigrantes.
Vladimir Putin, seguramente, no hablará en la ONU sobre Ucrania y es todavía más seguro que no lo hará sobre Crimea. Hablará sobre Siria y el Estado Islámico y enfatizará sobre este tema, diciendo que es más importante que el conflicto ucraniano-ruso. Es decir, la meta del fortalecimiento de la presencia del ejército ruso en Siria es hacer que Estados Unidos y Europa se olviden de Ucrania y Crimea. En esta situación la información que habla sobre algunos combatientes de las «RPD» y «RPL» que, junto con sus «colegas» rusos, han decido irse a combatir a Siria resulta visiblemente simbólica. Prácticamente es la misma frontera, donde la guerra por parte de Rusia tiene el mismo fin: destruir Ucrania, haciéndolo de forma que Occidente se niegue a apoyar al Estado ucraniano y dejando a Ucrania como un país minusválido con Crimea y Donbás amputados, en el estado de una persona que ha sufrido un ictus.
No creo que Occidente no comprenda esto. Occidente puede pensar que la ayuda del Kremlin al ejército de Al-Assad concluirá tras el discurso de Putin en Nueva York. Pero eso sólo sucederá cuando Occidente ceda en algunos postulados a Kremlin. Porque para Putin es importante regresar a casa como vencedor. Esto, seguramente, no sucederá, y entonces el ejército ruso comenzará a atacar en Siria.
Por cierto, el silencio en Donbás ha perdido su importancia política para el presidente ruso. Y así el Kremlin podrá pagar de nuevo por la «música de pistolas» a los «intérpretes» de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk. Y esa música volverá a sonar.
AUTOR: Andriy Curvov – escritor, guionista y periodista.
Traducción de Tamara Fomenko
Corrección de Jaime García
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