El Castillo de Palanok

Este castillo se encuentra en la localidad de Mukachevo de la región de Zakarpatia (Transcarpatia). Antigua residencia del reino de Transilvania, tiene una historia muy enriquecedora. Aquí se han firmado documentos internacionales, tratados de paz, en su territorio tuvieron lugar levantamientos populares. Al estar construido en épocas diferentes entre los años 900 y 1300, el castillo se convirtió en un verdadero monumento de la Historia. Experimentó un número sin fin de diferentes dueños e inquilinos, decenas de asaltos y asedios, y se ha conservado casi impecable hasta los tiempos actuales.

Lo más glorificado del castillo son estas dos mujeres: Sofía Batori e Ilona Zrini, suegra y nuera que, al llevar ambas el gobierno del castillo, se enfrentaban entre sí. Pero Ilona entró en la Historia como valiente protectora de la fortaleza, pues Sofía Batori sufrió una gloria misteriosa. Quizá sea verdad lo que cuentan: que la mujer tenía pasión por la sangre humana, y mataba no sólo por ella, sino que se daba baños de sangre, sacrificando chicas vírgenes de 13 años.

13223486_10207962950545940_1226153898_oPosiblemente, estas historias sean una exageración, pero nadie discute que Sofía era muy cruel. La gente mayor cuenta que en las habitaciones del castillo de Mukachevo en aquellos tiempos tenían cámaras especiales para torturar, en sus paredes se llegaban a pulir los cuerpos de los prisioneros.

Los tiempos corrían, se cambiaban los gobernadores. Así, en el año 1789 el castillo Palanok se transformó en prisión de presos políticos. Durante más de cien años, cumplieron  condena cerca de 20 mil condenados por sus convicciones. Así que las paredes de piedra recuerdan el sufrimiento, los llantos y la sangre.

Por cierto, la cámara de torturas que está en llamado Castillo Superior, existe hasta ahora, y se les enseñan a los turistas que vienen a ver el castillo.