
Narración de Arkadii Yukhypchuk:
Mi abuelo se mudó con su padre de la provincia de Zhytomyr en el éxodo por la hambruna, como un reasentamiento que se les ofreció, a una aldea en la provincia de Mykolayiv.
Luego fue conociendo los lugares cercanos, y pronto notó los montículos; entonces mi bisabuelo regresó a la casa, tomó una pala y llamó a mi abuelo que lo siguiese. Lo llevó a un montículo enmalezado con pastos y árboles, tomó la pala y excavó un poco. Y allí, en vez de suelo, encontró que estaba repleto de granos germinados en estado de putrefacción (los cuales habían sido enterrados allí tras haber sido confiscados a los campesinos. El gobierno comunista no pudo arreglárselas para vender todo el grano robado). El bisabuelo le encargó a mi abuelo que nunca lo olvidara y que transmitiera la verdad a las futuras generaciones.
Ellos sobrevivieron a la hambruna, y hubo más montículos. Habiendo descubierto la verdad, no pudieron permanecer en esta casa con tan horrible pasado, en una aldea donde todos habían fallecido. Entonces regresaron a su casa en Zhytomyr, en donde también se sufrió la hambruna.
