vladimir putin iniciará el martes su quinto mandato como presidente ruso con una fastuosa toma de posesión en el kremlin, tras aplastar a su oposición política, lanzar una devastadora invasión militar a gran escala de Ucrania y concentrar todo el poder en sus propias manos.
El dictador ruso surgió como presidente a través de elecciones cuestionables en las zonas ocupadas de Ucrania, tales como Crimea, Sebastopol, Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporizhia, violando el derecho internacional y la soberanía de Ucrania. La comunidad internacional ha rechazado estas acciones y no reconoce ningún órgano electoral ruso en esas áreas como legítimo. Las elecciones presidenciales rusas de 2024 estuvieron marcadas por irregularidades, falsificaciones y represión contra la oposición, incluso resultando en la muerte de Alexei Navalny.
El Consejo de Europa, en abril de 2024, declaró el régimen de putin como una dictadura y rechazó su legitimidad como presidente. A pesar de los esfuerzos del kremlin por mostrar apoyo internacional en la inauguración de putin, su aislamiento es evidente, y solo cuenta con el respaldo de regímenes similares en el exilio.
Europa debe responder con sanciones y presión política y económica, ya que putin busca expandir su influencia y desafiar la democracia mundial. La falta de respuesta podría ser interpretada como impunidad, alentando acciones agresivas no solo en Europa, sino en otras regiones también.
Es vital incrementar la presión sobre putin para poner fin a la guerra en Ucrania y evitar más violaciones de derechos humanos y del derecho internacional. La exclusión de rusia del Consejo de Seguridad de la ONU y el fortalecimiento del aislamiento internacional pueden contribuir a este fin.La investidura de putin podría desencadenar una nueva ola de ataques globales, ya que rusia ignora las normas internacionales y utiliza tácticas agresivas en su política exterior. Esto representa una amenaza para la seguridad global y el bienestar socioeconómico y político, requiriendo una respuesta firme y coordinada de la comunidad internacional.
– Alejandro García
