Si existía alguna duda sobre los objetivos militares de Putin en Siria, la reciente escalada militar rusa en esta ciudad seguramente los ha despejado.

‘La replica del bombardeo de Aleppo será sentida en todas partes. Si hay algo que los europeos han aprendido en 2015, es que no pueden blindarse de los efectos del conflicto en el Medio Oriente’ Foto: Thaer Mohammed /AFP / Getty Images
Si cae Aleppo, la atroz guerra de Siria tendrá un nuego giro, uno de amplias consecuencias no solo para la región, sino también para Europa. El último ataque del gobierno a la sitiada ciudad del Norte de Siria, que ha causado que decenas de miles de personas huyeran los días subsiguientes, es también un momento definitorio para las relaciones entre Occidente y Rusia, cuyas fuerza aérea está teniendo un rol determinante. La derrota de los rebeldes anti-Assad que parcialmente han controlado la ciudad desde 2012, no dejará nada en pie sobre el suelo sirio, solo el régimen de Assad y Estado Islámico. Y toda esperanza de alcanzar un acuerdo negociado que involucre a la oposición Siria se desvanecerá.
Es apenas una coincidencia que el bombardeo de Aleppo, un símbolo de la revolución anti-Assad de 2011, comenzara justo cuando se intentaban realizar conversaciones de paz en Ginebra. Como era de esperar, las conversaciones pronto fracasaron. La escalada militar rusa en apoyo del ejército sirio, fue ideado para sabotear la posibilidad de que una genuina oposición siria tuviera injerencia en el futuro del país. Fue pensado para entorpecer cualquier plan que el Oeste y la ONU pudieran haber tenido oficialmente. Y contradecía integramente el compromiso enunciado por Moscú de llevar adelante un proceso político para terminar con la guerra. Sigue leyendo →