Cambio de capitales

El verdadero centro de la oposición rusa se moverá de Moscú a Kiev.

En 2010 en Kiev fue creada “la Unión de los emigrantes políticos de Rusia”. A pesar de que al poder en aquel entonces estaba Yanukovich, rusos, que temían a las represiones políticas en su país, seguían buscando un refugio temporal o de larga duración en Ucrania. Después de la victoria de la revolución de 2014 cantidad de los ciudadanos rusos que quieren mudarse a Ucrania se aumentó. Unos esperan evitar las represiones, otros encuentran emocionante la experiencia de Maidan, terceros quieren abrir un negocio sin tanta presión burocrática que sufrían en Rusia, también hay gente que simplemente quiere vivir la experiencia de estar en un país que pasa por los cambios radicales.

“En el tiempo más cercano espero un verdadero éxodo de las personas inteligentes, creativas, con ideas propias de Rusia” – dice el creador de la agencia “la Nueva región” Alexander Schetinin. Sobre su decisión nos hablan cinco ciudadanos rusos que decidieron cambiar su residencia y se mudaron a Ucrania

Alexey Ivanov, de 42 años, empresario, ex líder del partido “Rodina” (“Patria”) de Ekaterinburg, decidió dejar su partido y mudarse a Ucrania

Alexey Ivanov
Alexey Ivanov

El partido renacido “Rodina” cambió radicalmente su ideología y ahora descaradamente apoya el imperialismo ruso. En mi opinión cuando hablamos sobre un nacionalismo civilizado, ese sobre todo tiene que apoyar al productor nacional, las medianas y pequeñas empresas. Aquí yo incluyo la facilidad de conseguir un préstamo para una empresas, la reducción de las tasas de créditos, la creación de un clima favorable para el desarrollo de PYM. Pero en “Rodina” no quieren saber nada de esto. Ellos quieren dedicarse a los proyectos ambiciosos – domesticar el espacio, construir las ciudades subterráneas en la Antárctica y otro tipo de locuras. ¿No tenemos nada más que hacer en Rusia?

Desgraciadamente lo que pasó con Crimea, sacó a la luz el componente imperial del nacionalismo ruso. Resultó que la mayoría de los nacionalistas rusos solamente ve la Rusia dentro de su modelo histórico de Imperio. En mi opinión es un modelo obsoleto, no competitivo. Todos los países grandes pasaron por esto, descartaron este modelo y, gracias a Dios, lo superaron. Mientras otros países compiten por las tecnologías, Rusia lucha por los territorios. En esta situación ya no puedo llamarme un nacionalista ruso. Puede que sea un nacional-demócrata, pero no un nacionalista ruso de los que vemos ahora y que apoyan decididamente todas estas cosas de Putin.

No soy una persona de las ideas radicales, que Dios no quiera que en Rusia se ocurran unos cambios catastróficos, porque entonces inevitablemente vienen al poder las personas parecidas a las que vinieron al poder en Lugansk y Donetsk. Soy el partidario de los cambios evolutivos. Pero en mi opinión Rusia simplemente no progresa. Y yo y mis socios que encontré en Kiev, queremos avanzar más de prisa. Todo el sistema de la regulación en Rusia estorba al negocio a progresar. Ahora he empezado a trabajar con las tecnologías de Internet. Salida de Pavel Durov del país demostró una vez más que un negocio en Rusia solamente puede crecer hasta un cierto punto, después del cual o no te dejan hacer nada, o los funcionarios te presionen para que les hagas los socios, esta situación no me vale. (Durov – empresario e informático ruso, creador de la red social rusa más popular “V Kontakte”, decidió dejar el país. La última gota que rebasó el vaso después de la cual Durov dijo que nunca volvería a Rusia, fue la petición por la parte de las autoridades rusas a facilitar los datos de los usuarios que apoyaban a Maidan – comentario del traductor)

Creo que Rusia y Ucrania tienen una cosa en común: es el entorno burocrático que emergió durante la era soviética: los del komsomol, que ahora ganaron el peso, los del partido comunista, socialistas ucranianos. Es una aparato burocrático, que durante los últimos 20 años se convirtió en una pandilla en ladrones, de corruptos. Con esto hay que hacer algo. Una reforma drástica es necesaria: una lustración rápida o depuración por rotación durante de 1-2 años. De este modo, yo creo, Ucrania puede librarse de este triste legado soviético. También es necesario de escurrir el exceso de burocracia en el ámbito de la regulación.
Puede que Poroshenko no sea a un político tan romántico y radical como Saakashvili, pero es muy sensible a su pueblo. Creo que los ucranianos empujarán a él hacia estos cambios. Él no tiene otra. De lo contrario, dentro de unos meses, él estará en bancarrota y a él le echarán también vía Maidan.

Ucrania – es el amanecer de Rusia. Uno puede esperar que si Ucrania logrará triunfar, algún día Rusia también lo hace.

Vladimir Malyshev, de 44 años, un activista cívico. Pidió refugio en Ucrania.

Vladimir Malyshev
Vladimir Malyshev

Participo en el movimiento Maidan. Aunque podría emigrar a otro país, me decidí por Ucrania por cuestiones políticas. Soy consciente de que la vida aquí va a ser muy difícil como económicamente, así también políticamente los siguientes 1 – 2 años, pero estoy preparado pasar por estas dificultades junto con el país y de este modo ganar el derecho moral para vivir aquí. Quiero dedicarme a los negocios y quiero filmar una película sobre el Maidan. Me preocupa mucho lo que está pasando en el este del país. Ahora lo más importante es acabar la guerra. Lo que está haciendo Poroshenko me parece bien. Como el participante del Maidan, entiendo que si Poroshenko no lleva al cabo las reformas necesarias, las llevará acabo la propia sociedad. Estoy seguro que un nuevo Yanukovich nunca llegará al poder en Ucrania. Hablo con los funcionarios y les veo despreocupados, porque no crean que se pueda producirse un cambio importante, no crean que van a perder la posibilidad de robar, piensan que esto va a ser como en 2004, pero sé que ellos se equivocan.

Estoy seguro que el este del país seguirá siendo ucraniano, porque allí hay mucha gente proucraniana y ellos no van a estar con los brazos cursados, seguro que allí aparecerá un movimiento serio partisano. La sociedad es cociente que ahora hay que hacer los pasos hacia Europa, hay que negociar con los terroristas, pero si esto no da el resultado, gente se levantará y liberará su país de los enemigos.

Ivan Simokin, 45 años, un activista cívico

Ivan Simokin
Ivan Simokin

Soy ruso, nací y me crie en una familia rusa en la localidad del sur de Ucrania, Jersón. A los 17 años me mude a Moscú donde viví casi 30 años. Me casé en Moscú, en Moscú nacieron y crecieron mis dos hijas-moscovitas, la mayor ahora ya es una estudiante universitaria y la pequeña va al colegio. Siempre tuve dos patrias: a Rusia y a Ucrania, incluso cuando entre ellas apareció una frontera. Nunca pensaba que era posible dividir mi ruso-ucraniana patria. Pero resulto que sí, esto pasó. En el febrero de este año, cuando las tropas rusas invadieron a Ucrania como antes en junio de 1941 lo hizo Hitler, Rusia para mí dejó de existir. No quiero saber nada más de este país. Cuatro mes mi ciudad natal Jersón es una ciudad cercana al frente. Desde la casa donde pasé mi niñez y donde ahora vive mi madre hay menos de 100 km hasta la frontera con la Crimea ocupada, llena de los soldados rusos. Cuando durante cuatro meses empiezas tu día por navegar por la red para averiguar si las tropas rusas con tanques hayan entrado esta noche en tu ciudad natal, tu punto de vista cambia.
No quiero tener nada en común con el país que cada día mata a mis compatriotas en Ucrania, toma rehenes, tortura la gente, ocupa y saquea las tierras de mi Patria. Me da asco y no puedo seguir siendo la parte de una nación que en su mayoría se alegra de y apoya a esta agregación rusa, no quiero ser parte de la nación que con su sumisión dejo creó este régimen anti-humano y lo sigue apoyando. La sociedad rusa se está volviendo fascista y yo no quiero vivir en un país fascista.

Soy ruso, pero ya no me siento ruso, soy un ruso ucraniano. Voy a rechazar la nacionalidad rusa y después voy a dejar a Moscú para siempre y volver a Jersón. Durante los últimos acontecimientos en Maidan nació una frase: “Mientras buscábamos Europa, encontramos a Ucrania”. La sociedad ucraniana ahora está viviendo un entusiasmo patriótico sin precedentes, un amor reverente por su país. Yo con mis compatriotas,  junto con otros millones de personas de Ucrania, de diversas nacionalidades, en estos días también de repente me dio cuenta de que importante es mi país para mí, mi país natal, mi Patria. Vuelvo a casa después de 30 años de vivir fuera. Estoy orgulloso de mi Jersón, que en gran parte está poblado por los rusos ucranianos – durante estos últimos meses ninguna rata separatista no ha podido meter su nariz en mi ciudad aunque muchos intentaban. Locales de Jersón están dispuestos con un arma en la mano a defender su ciudad de los ocupantes. Estoy orgullosos de mi pueblo que por su libertad está dispuesto luchar hasta el final.

Desgraciadamente no puedo dejar la Rusia ahora mismo, aunque me gustaría. No es tan fácil, tengo que hacer muchas cosas antes, resolver todos los asuntos que todavía tengo pendientes en Moscú. La necesidad de seguir en Moscú me agobia mucho. Cuando salgo en la calle veo las banderas tricolores – las banderas de los agresores, de los ocupantes. En la calle se ve la gente con las cintas de los escarabajos de la patata (se refiere a las cintas de San Jorge – comentario del traductor), un símbolo de los terroristas que cada día están matando gente en este de Ucrania. No sé si el pueblo ruso en algún día era realmente un pueblo-hermano de los ucranianos, pero ahora para los ucranianos los rusos se convirtieron en una horda blanca agresiva de cual hay que defenderse. Guste esto a alguien o no, pero muchas futuras generaciones de ucranianos esto va a ser así y difícilmente se podrá cambiar. De todos modos a los rusos tampoco les importa esto mucho.
La petición “a presidente Poroshenko: La construcción más importante del país – un muro de 10 m de altura en la frontera con Rusia” está recogiendo muchas firmas en Internet. Queridos ex-compatriotas, cuando se borren todos los invasores de la tierra de Ucrania, trataremos de olvidar a todo el mal que nos habréis hecho. También trataremos a olvidar a vosotros mismos. Adiós.

Andrey Kuznetsov, de 31 años, co-presidente de la organización Alianza Democrática Nacional de San Petersburgo, creador de la red social # Orange. El 16 de junio 2014 pidió asilo político en Ucrania

Andrey Kuznetsov
Andrey Kuznetsov

No estaba preparado a un cambio brusco, la sociedad ucraniana es bastante cercana a la nuestra, no hay ningún problema con el idioma, es más fácil integrarse a esta sociedad y no es necesaria una adaptación larga. Busqué el asilo político cuando llegó al aeropuerto de Borispol, Kiev. Tuve que pasar allí 12 horas, los guardias fronterizos simplemente no sabían qué hacer conmigo. Resultó que, en Ucrania no existe un mecanismo para estos casos, así que me dejaron entrar en el país como a un  turista y me dieron un enlace a la página web de la ONU y ofrecieron hacer todo el papeleo necesario según sus reglas. Llevo dos semanas en Kiev y me encanta. No existen tantas restricciones como en Rusia, estoy muy a gusto aquí, y no tengo ningún tipo de problema por ser un ciudadano de Rusia. En Ucrania tengo mucha más libertad necesaria para seguir adelante con mis proyectos o para expresar mi opinión que tuve en Rusia. Así que voy a seguir con mi blog aquí de una forma más libre, sin censura, sin miedo que me puedan llamar desde el SFS y hacer preguntas. Esto era el propósito de mi salida de Rusia – tener posibilidad para desarrollarme, seguir adelante.
 

Oleg Shro, de 38 años, el doctor de las ciencias físico-matemáticas

Oleg Shro
Oleg Shro

Trabajaba en una sucursal de la Univercidad Nacional de Bryansk en la localidad de Novozibkov, y tuve un conflicto con el director . Decidió trasladarse a Ucrania, ya que aquí será más fácil adaptarse. Ahora estoy intentando conseguir un estatuto de refugiado, este procedimiento puede tardar hasta seis meses. Es la parte más difícil, por lo demás no tengo ningún problema importante. Acabo de pasar por la segunda entrevista para conseguir un estatus de refugiado.

Ucrania pasa ahora por una etapa difícil, hay enfrentamientos armados. Pero este país tiene un  potencial para el desarrollo. Todavía es pronto decir si lo aprovecha bien. Muy importante es construir las relaciones con los países occidentales. Es muy visible el creciente resentimiento contra los rusos. Hace poco los ucranianos tenían un comportamiento amistoso con los rusos, y ahora empieza a aparecer el rechazo a todo ruso a un nivel psicológico. Naturalmente, esto se justificar, pero, por desgracia, esto puede conducir incluso a la ruptura de relaciones familiares: las personas dejan de hablar con familiares procedentes de Rusia, que apoyan el punto de vista prorruso.  Creo que más adelante esto puede llevar al rechazo por la sociedad de Ucrania a cualquiera las iniciativas de Rusia.

Aleksey Baranovskiy, 31 año, el periodista

Aleksey Baranovskiy
Aleksey Baranovskiy

Trabajaba en una sucursal del periódico ruso “Komersant”, después que los rusos cerraron la sucursal ucraniana, no quise volver a Rusia. Aquí la vida es mucho más interesante, están ocurriendo las transformaciones importantes y para mi, como para un ciudadano y un periodista, es interesante seguirlas de cerca.  En Ucrania ahora no hay censura porque los medios están apoyando a diferentes fuerzas políticos o diversos grupos de empresas y periodistas tienen la posibilidad de ver los problemas desde diferentes perspectivas. En Rusia no es así, hay un ponto de vista – estatal y luego pueden haber los putos de vista ligeramente diferentes, pero no tal claramente de oposición como en Ucrania. Para un periodista es más fácil trabajar en Ucrania, porque el mercado de los medias es más amplio y aunque pagan menos, aquí hay más libertad de expresión y puedes encontrar un media que corresponda a tus creencias principales.

En Kiev ahora se está creando una peculiar fraternidad de los periodistas rusos de la oposición y de las figuras públicas, que emigraron de Rusia, la situación es muy similar a la de los años 20 – 30-s del siglo pasado, cuando en Berlín, París y otras ciudades europeas se criaron las sociedad de ayuda a los ciudadanos rusos que huían del gobierno bolchevique. Supongo que estas tendencias pronto comenzarán institucionalizarse en Ucrania, y el verdadero centro de la oposición rusa se trasladará de Moscú a Kiev.

Por Dmitriy Volchek para Svoboda

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