Actualmente, no podemos decir que la cuestión de Crimea sea simplemente una disputa por una pequeña península: Rusia es el país más grande del mundo y no necesita obtener mas territorio. Además se trata de un territorio menos desarrollado y con uno de los niveles de vida más bajos, en comparación con otras regiones de Ucrania. Crimea era también dependiente de Kyiv; concretamente dependían de la capital ucraniana el 90% del suministro de agua, el 80% de electricidad y el 70% de su presupuesto. Por eso, la crisis actual en esta península ucraniana es puramente geopolítica…
Es la estrategia geopolítica de un país que dejó de ser un imperio y quiere recuperar este título. Como ha dicho Zbigniew Brzeziński – unos de los expertos más conocido de la política americana : Rusia sin Ucrania deja de ser un imperio, pero Rusia con Ucrania subordinada se convierte automáticamente en un imperio. Esta formula es conocida en todo el mundo; muchos expertos en relaciones internacionales la repiten y mucha gente lo cree. Pero, lo que es más importante – es Putin quien en primer lugar está convencido de que no puede existir una Rusia poderosa sin Ucrania.
Por esta razón ha intentado recuperar la Union Sovietica, aunque sin el partido comunista en el poder, inventando diferentes organizaciones, como: la Comunidad Económica Eurasiática, la Unión Aduanera o la Comunidad de Estados Independientes. Sin Ucrania, todas estos organizaciones tienen poco sentido. Por tanto, cada vez que Ucrania se ha situado “demasiado cerca” del mundo occidental Putin siempre ha intentado detenerlo. Buenos ejemplos de esto son los sucesos de los años 2008 y 2013. En 2008 tuvo lugar el Bucharest summit de la OTAN, donde Ucrania tenía que obtener el Membership Action Plan (MAP), es decir, el último paso antes de su acceso. Pero gracias al lobby de Putin, Alemania y Francia bloquearon esta decisión. Fue una victoria para Putin pues la OTAN no se extendería hacia el Este. La otra victoria más cercana a nuesto tiempo es la de 2013, durante el Vilnius summit de la Asociación Oriental, donde Ucrania tenía que firmar un acuerdo de asociación con la UE. De nuevo, Putin consiguió influir en el resultado, aunque en este caso por medio del Presidente ucraniano y no de la UE. De aquí surgió el Euromaidan en Ucrania.
Por supuesto, que Ucrania se decida por el camino europeo, democrático y transparente, es una pesadilla para Rusia y sus planes de recuperar la Union Sovietica. Putin ha comprendido que después del Euromaidan puede perder Ucrania para siempre. Y lo que estamos presenciando ahora no es solamente una guerra por Ucrania, sino por la redistribucion de los áreas de influencias. Es un deseo de reconsiderar el estado mundial, el sistema de las relaciones internacionales y el derecho internacional. Especialmente, tras el discurso de Putin de hace algunos días se percibe claramente un conflicto entre Rusia y el Oeste: Europa y Estados Unidos. Un conflicto entre el mundo democratico y el mundo autocratico.
Recientemente, el consejero de Putin ha dicho que Rusia tiene que luchar contra los valores occidentales y la defensa de Crimea representa esta lucha. Y que cuanto más rápido entiendan los líderes occidentales que esta es su guerra y no solo la de Ucrania, mejor.
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