El proyecto “Sinceros” es una serie de artículos, dedicada al traje tradicional, que tiene como objetivo mostrar la riqueza y lo colorido de la ropa típica ucraniana.
El coleccionista Igor Perevertnyuk comenta:
La modelo, Elena Kravets, lleva un traje de boda característico de la zona de Horodenka de la región de Ivano-Frankivsk, de principios del siglo XX. Algunos accesorios, de los que lleva Elena, son de hace 150 años. Por debajo de la capa superior de los adornos están los llamados «falsos collares» hechos de cerámica.
Cuando una chica se casaba, pedía prestados muchos adornos de amigos y familiares para tener una vida próspera en el futuro. Además de los collares, su cuello se adornaba con el gerdan [гердан], una especie de cuello de camisa hecho de cuentas.
En la corona de la novia se incorporaba la flor de bígaro, obligatoriamente, porque se pensaba que traía la felicidad. A veces, se cubría toda la cabeza con esta flor.
En las manos Elena lleva un keptar [кептар] de color rojo (chaleco de cuero, típico de los hutsules), hecho con pequeñas piezas de cuero y lana, los bordes están cosidos con hilo blanco y negro de lana de cabra.
Una camisa de lana bordada tiene un corte inusual con las mangas oblicuas. Estas mangas son típicas de la región de Ivano-Frankivsk, en otras partes de Ucrania no se podrán encontrar unas iguales.
Las chicas ucranianas se casaban temprano, en general a los 15-16 años y los chicos a los 17-18. Muy a menudo, los jóvenes contraían matrimonio por conveniencia. A la edad tardía, después de los 35 años, se casaban sólo los militares, después de cumplir el servicio militar. Aunque el novio se consideraba viejo, tenía una fortuna para mantener a su familia.
Starosty [старости] eran los encargados, que por petición del que se quería casar o sus familiares, pedían la mano de la persona elegida. Ellos también resolvían todas las cuestiones de organización relativas a la boda. El padre, el padrino o el tío del novio eran los que podían desempeñar este papel.
A veces starosty venían al pueblo para elegir a la novia y si no les gustaba ninguna continuaban con el viaje. Así iban de casa en casa hasta encontrar una novia digna del novio.
Cada cierto tiempo, se ponía a prueba a las chicas para ver si son buenas amas de casa, e inmediatamente después de la boda les adjudicaban mucho trabajo. Si el novio era el hijo más joven de su familia, se trasladaba con su mujer a la casa de sus padres, para que ella le ayudase a cuidarlos. Y si era el mediano o el mayor, la pareja no vivía con los padres de él y tampoco se casaban hasta construir una nueva casa.
En general, las familias tenían de 5 a 10 niños. Durante el siglo XIX, a menudo, los padres no daban el nombre a su hijo, sino que lo hacía el sacerdote. Para que el sacerdote eligiera un nombre bonito había que pagarle.
Los nombres femeninos más comunes eran: Oksana, María, Eva, Varvara, Yavdoja, Paraska, Oryna; y los masculinos: Mykhailo, Mykola, Nazar, Andriy, Khoma, Svyryd.
Fuente: Ukrainska Pravda
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