¿Podría la Iglesia Católica negociar un acuerdo entre Rusia y Europa?
El Papa Francisco se reunió con el Patriarca Kirill, cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa, el 12 de febrero. Es la primera vez que los líderes de ambas iglesias se reúnen desde el Gran Cisma de hace 1000 años.
Hay mucho más en esta reunión que un empujón para la unidad de dos líderes eclesiásticos. La Iglesia Ortodoxa Rusa es una herramienta esencial para el gobierno ruso. Kirill es presuntamente un anterior agente de la KGB.
Kirill, escribió Stratfor, «ha estado profundamente involucrado con el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia y piensa geopolíticamente. El Kremlin, mientras tanto, ha usado la naturaleza política de la iglesia para consolidar la influencia en casa y alcanzar influencia externa».
La reunión del Patriarca con el Papa, por lo tanto sucedió porque el gobierno ruso lo quería. Pero, ¿por qué?
La crisis ucraniana nos da una pista.
Allá por 2013, cuando la crisis de Ucrania estaba comenzando, Los Angeles Times escribió: «Mientras que ucranianos pro-Occidentales y pro-Rusos luchan por la futura orientación de su país, existe una figura mundial que podría ofrecer un importante obsequio simbólico a los Ucranianos de ideas europeas: El Papa Francisco. El mentor del Papa fue un católico ucraniano, entonces muchos pensaron que el Papa apoyaría su lado.
Ello nunca sucedió. Más del 15% de los ucranianos pertenecen a iglesias en completa comunion con Roma. Casi todas son pro Occidentales. A pesar de ésto, el Vaticano se ha negado consistentemente a defenderlos. Muchos comentaristas han expresado su sorpresa que la posición del Vaticano sobre Ucrania sea tan similar a la de Rusia.
¿Convenció Putin al Papa de mantenerse alejado del conflicto de Ucrania? Él ciertamente respeta el poder del Vaticano. «El Kremlin ve al Vaticano como un poder multidimensional- mayor, en alguna manera, que lo que Rusia denomina ‘el Oeste’,» escribió Anna Nemtsova en The Daily Beast este mes. «Esa es una razón por la cual Putin se reunió dos veces con el Papa Francisco en los años recientes para discutir la importancia de cambiar el clima político.»
La primera de esas visitas sucedió sobre el final de 2013. Ucrania iba en camino a un cambio hacia Occidente y Europa. Eso tuvo una abrupta detención en noviembre. El 21 de noviembre de 2013, el entonces Presidente ucraniano Víctor Yanukovych suspendió las preparaciones para un acuerdo entre Ucrania y la Unión Europea. El 29 de noviembre Yanucovych fracasó en firmar el acuerdo en una cumbre clave de la UE.
En medio de esto, el Presidente ruso Vladimir Putin tuvo su primera reunión con el Papa Francisco. El 25 de noviembre, Putin visitó el Vaticano para una audiencia privada.
Los eventos de noviembre de 2013 dispararon la crisis de Ucrania. El grito de guerra que Los Angeles Times esperaba del Papa, nunca llegó. Pero los ucranianos se levantaron y derrocaron a su presidente pro-ruso, a pesar de todo.
Rusia respondió invadiendo Ucrania. Sin embargo, el Vaticano no tuvo casi nada que decir.
El Papa permaneció callado mientras que los católicos se quejaban de que los servicios secretos rusos los expulsaban de Crimea.
Para los católicos locales fue muy diferente. Las autoridades religiosas en Ucrania que están en comunión con Roma son fuertes críticos de Rusia. Pero, el Papa les dijo que se mantuvieran callados.
En febrero de 2015, el Papa condenó la «violencia fraticida» en Ucrania. Este idioma era casi una imagen especular de la utilizado por el gobierno ruso- que siempre se refirió al conflicto como una «guerra civil».
El Arzobispo Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo mayor de Kyiv-Halych y cabeza de la Iglesia Católica Griega, rápidamente lo contradijo. «Tenemos que decir que no tenemos una guerra civil en Ucrania,» les dijo a los periodistas. «Tenemos una agresión de un estado extranjero contra los ciudadanos y el estado ucranianos.»
Más tarde ese mes, los Obispos ucranianos habían ya programado un viaje a Roma para reunirse con el Papa. Cuando se les preguntó por el próximo evento, Shevchuk dijo, «nuestro deber es comunicar la verdad, no forzar a que alguien cambie su opinión»
En cambio, el Papa les dijo que se mantuvieran alejados de la política. De acuerdo con documentación divulgada por el Vaticano, les dijo a los obispos en una reunión privada que «los recientes eventos históricos que han marcado a su tierra están todavía en la memoria colectiva. Estas son cuestiones que tienen en parte una base política y a la que ustedes no están llamados a dar una respuesta directa.»
Mientras tanto, la posición del Papa no cedió. Más tarde en el año, Shevchuk dijo, «Yo hubiera esperado mucho más involucramiento del Vaticano- el tiempo de una diplomacia cautelosa está llegando a su fin.»
También en febrero de 2015, el patriarca Kirill agradeció públicamente al Vaticano por su posición respecto de Ucrania. Autoridades católicas locales «hicieron declaraciones extremadamente politizadas, que no ayudaron a terminar con la confrontación civil, » dijo Kirill. «Me gustaría destacar con satisfacción que la Santa Sede por si misma siempre buscó una posición equilibrada en relación a Ucrania, y ha evitado cualquier tipo de evaluación sesgada, pero ha llamado a conversaciones de paz y al fin de las confrontaciones armadas,» añadió.
El Nuncio del Vaticano en Ucrania-esencialmente un embajador papal- el Arzobispo Thomas Gullickson, tuiteó vínculos a artículos muy críticos del Papa, incluyendo uno denominado «El Papa lo entendió completa y absolutamente mal» (El Papa no entendió nada).
Estos tuits no tenían relación directa con la situación de Ucrania, pero ha sido franco en ese asunto también. Él comparó la persecución de católicos en Crimea y en Donbás con la persecución que los católicos ucranianos sufrieron bajo Joseph Stalin. Esta persecución, dijo, fue llevada a cabo «con la complicidad de la hermandad Ortodoxa y la bendición de Moscú»
«Los informes que el nuncio está enviando a Roma son minuciosos y preocupantes,» escribió Sandro Magister para la revista italiana L’Espresso. «Y los católicos ucranianos están furiosos de ver como nada de esto ha aparecido en las palabras del Papa Francisco. Es su convicción que en la curia Romana, al igual que en Ucrania, el partido pro-ruso tiene vía libre y está influyendo al Papa.»
El Vaticano continuó ignorando los informes de Gullickson, hasta septiembre de 2015 cuando mudaron al problemático nuncio a Suiza. La revista Foreign Affairs hizo notar que la mudanza se debió «presuntamente a que Moscú se quejó porque él [Gullickson] estaba sesgado contra Rusia.»
La Iglesia Católica ha peleado guerras para evitar que los líderes nacionales les indiquen donde destinar a sus obispos. Así todo, si estas declaraciones son ciertas, esta vez el Vaticano dócilmente se dio vuelta.
Los católicos ucranianos estuvieron muy desilusionados con la reunión de la semana pasada con el Patriarca Kirill. Mientras que Shevchuk fue cuidadoso en no criticar al Papa directamente, condenó la declaración conjunta firmada por los dos líderes de las Iglesias.
«Es difícil imaginar un equipo más débil que el que bosquejó este texto,» dijo él. Nuevamente, el documento adopta la posición rusa que ésta es una guerra civil antes que una invasión rusa. Shevchuk siguió diciendo:
Sin lugar a dudas, este texto causó gran desilusión entre muchos fieles de nuestra iglesia y entre ciudadanos conscientes de Ucrania. Hoy muchos me contactaron acerca de ésto y hasta lo ven como un apoyo indirecto de la Sede Apostólica a la agresión rusa a Ucrania. Yo ciertamente puedo comprender esos sentimientos
La posición de la iglesia sobre Ucrania es parte de una marcada tendencia. «Francisco siempre ha hecho lo posible para no enojar al patriarcado de Moscú y la política imperial de Vladimir Putin, aún con el costo de sembrar la más fuerte desilusión entre los obispos, clero y fieles de la Iglesia Católica en la región,» escribió Magister.
«Una relación que Francisco ha pacientemente construido es con Putin,» escribió Foreign Affairs. ¿Por qué darse vuelta para atrás así para Putin? The Trumpet ha especulado largamente que Alemania y Rusia llegarían a algún tipo de acuerdo a medida que ambas potencias se vuelven más seguras en sí mismas. El ya fallecido Ron Fraser claramente articuló el caso hace ya algunos años:
Incierta de los Estados Unidos como garante de la seguridad europea, la UE está experimentando un cambio radical respecto de la mentalidad de sus burócratas y políticos de mayor jerarquía. Crecientemente, se hacen llamamientos para la consolidación de una fuerza militar pan-Europea para defender los intereses de la UE. Alemania lidera este llamado a las armas, por lo tanto el actual choque entre la Presidente de la UE Merkel y el Presidente de Rusia Putin.
Cada quien sabe que la situación en juego es de proporciones históricas. Cada uno es conocedor de la historia de Alemania y Rusia, que han jugado este mismo juego en el pasado y de la inmensa pérdida de vida resultantes de los choques entre ambas. Ninguna quiere en la actualidad antagonizar a la otra tanto. Cada una quiere una solución políticamente satisfactoria a sus intereses individuales de seguridad, y así seguir adelante con la cuestión de consolidar sus respectivos imperios sin disputas en el punto en los cuales sus límites imperiales se tocan
En distintas ocasiones desde que la derrota de Napoleón trajo el quinto renacimiento del Sacro Imperio Romano a su fin, Alemania antes de ir a la guerra en Occidente, primero aseguraba sus bordes orientales concluyendo tratados con Rusia.
Tratados entre Alemania y Rusia, 1881-1939:
- El Tratado y el Protocolo Secreto de 1881, renovado en 1884
- El Tratado de Reaseguramiento, 1887
- El Tratado de Brest-Litovsk, 1918
- El Tratado de Rapallo
- El Acuerdo de Neutralidad de Alemania y la URSS, 1926
- El Tratado de No Agresión entre Alemania y la URSS (también conocido como el Pacto de Hitler y Stalin o el Pacto de Molotov-Ribbentrop), agosto 1939
- El Tratado germano soviético de Límites y Amistad, septiembre 1939
Ni Rusia, ni la Unión Europea dominada por Alemania pueden tolerar por mucho tiempo más la falta de un claro equilibrio de poder en el continente.
Existe ya evidencia de que Alemania y Rusia han llegado a algún tipo de arreglo- al menos informalmente. Por ejemplo, Alemania ha bloqueado consistentemente que Georgia y Ucrania se unan a la OTAN. Y mientras Alemania mantenía cercanos vínculos con algunos movimientos políticos ucranianos, desperdició varias oportunidades fáciles de causarle problemas a Rusia en Ucrania. En cambio, parece que Alemania está tratando de caminar por una delgada línea-oponiéndose a Rusia lo suficiente como para mantener a Polonia, los Países Bálticos y otros estados que le temen a Rusia de su lado, mientras que al mismo tiempo no empuja a Rusia a una oposición completa.
¿Podría el Vaticano jugar un rol en forjar un trato entre Rusia y Europa? La manera en que se está comportando en Ucrania pareciera confirmarlo.
«Para Putin la reunión [entre el Papa y el Patriarca] no podía suceder en un mejor momento,» escribió Nina Kruscheva en Project Syndicate. «La caída en los precios del petróleo, la drástica declinación en el precio del Rublo, las sanciones en marcha, y las cada vez más sangrientas imágenes de Siria lo ha dejado desesperado por noticias positivas. ¿Y que mejor oportunidad fotográfica que tener al Vicario de Cristo parado al lado de tu aliado espiritual y político más cercano?» La ayuda del Vaticano para obtener un arreglo con Europa no podía llegar en un mejor momento.
Nemtsova escribió que «el Presidente Putin pidió al patriarcado de Moscú jugar un rol diplomático para ayudar a convencer al Papa Francisco- cuyos buenos oficios hicieron mucho para terminar con décadas de hostilidad entre Cuba y los Estados Unidos- que él debería ayudar a suavizar el camino a un mejor entendimiento entre Washington y Moscú»
«De acuerdo a un funcionario cercano al Kremlin, que habló en privado con The Daily Beast, el mensaje supuestamente es que Rusia tiene buen corazón, que se preocupa por los cristianos en todos los lugares, y que Occidente debiera tener cuidado en no provocar una ampliación de la guerra,» continuó. «El funcionario declaró que el Patriarca también podría quejarse de los ‘irresponsables políticos americanos’, incluyendo a la Secretario de Estado Adjunto Victoria Nuland, quien ha llevado a cabo la política de los EE.UU. hacia Ucrania.»
Ciertamente podría haber lugar para un acuerdo aquí. El Papa no es un admirador del sistema económico estadounidense. Cuando visitó a América el año pasado, tuvo muchas críticas para los Estados Unidos. Pero cuando visitó a Cuba, casi no tuvo nada malo que decir del régimen autocrático de los hermanos Castro. La oposición del papa a los EE.UU. podría explicar en gran medida su aparente apoyo a Putin.
Por supuesto existen otros intereses en juego. La Iglesia Católica está tratando de reunirse con todos sus retoños. La Iglesia Ortodoxa Rusa está tan profundamente arraigada en el estado ruso que podría no ser exitosa en este caso. ¿Pero estaría dispuesta a hacer concesiones a Rusia a cambio de un mayor rol en su iglesia?
Ésto es como muchos lo ven en la Iglesia Católica Griega Ucraniana: la Iglesia Ortodoxa Rusa objeta la existencia de una Iglesia separada en completa comunión con Roma en lo que ve como su territorio. Los Católicos Griegos Ucranianos temen que el Vaticano los haya arrojado debajo del tren con el fin de perseguir la unificación con la Ortodoxia Rusa.
Se cierne sobre esta visita la primera reunión en 1.000 años de los patriarcas ortodoxos, a ser mantenida en junio. El patriarca Bartolomé de la Iglesia ortodoxa Griega, es por lo general considerado como la cabeza de la Iglesia Ortodoxa- al menos como «primero entre iguales». Pero la Iglesia Ortodoxa Rusa no acepta esto. Mucho del prestigio de Bartolomé proviene del hecho que la Iglesia Católica lo ha considerado como el patriarca ortodoxo jefe. Al tratar directamente con el Kremlin, Kirill está tratando de impulsar su prestigio adelantándose a la reunión. La Iglesia ortodoxa Rusa es por lejos la más grande de todos los grupos ortodoxos, basando el reclamo en el peso de su primacía. Al mismo tiempo, el Vaticano podría estar enviándole un mensaje a Bartolomé: haga algo más para traer de vuelta su iglesia a Roma. Si no lo hace, hay otros patriarcas con los cuales podemos trabajar.
Hay mucho potencialmente en juego aquí. El Vaticano ha estado tan cercano a Putin que es imposible negarlo. Podría ser simplemente que el Papa tome el lado opuesto al poder que disemina «el estiércol del Diablo»- como el Papa llama al Capitalismo desenfrenado.
Pero si el Vaticano se encuentra involucrado en algún tipo de trato entre Rusia y Alemania, eso es muy preocupante. Allá por el 2008, cuando Rusia invadió a Georgia, el editor en jefe de The Trumpet Gerald Flurry escribió: «Rusia y Alemania se temen mutuamente. . . . miren a la historia. Cada vez que la competencia entre Rusia y Alemania se recalienta, ellos llegan a un acuerdo mutuo-¡ANTES DE IR A LA GUERRA! . . .
«La presencia de un acuerdo entre estas dos naciones no es un signo de paz. Como el pacto Molotov-Ribbentrop, y tantos otros anteriores a él, es un signo de exactamente lo opuesto. Ambas naciones están mirando como asegurar sus límites compartidos- ¡por lo tanto pueden perseguir sus fines imperialistas en otra parte! ¡Es un precursor de la guerra!
El Papa parece haber permitido a Rusia hacer lo que quiere en Ucrania sin oposición. Si él puede convencer a Alemania y al resto de Europa de hacer lo mismo- y hasta ahora han ofrecido muy poca resistencia- ¿qué más hará Putin? ¿Y cuál será el quid pro quo? (toma y daca). ¿Y librarse de qué le permititirá Rusia a Europa?
Por ello el silencio del Papa sobre Ucrania es tan preocupante.
Para más información sobre a dónde las ambiciones de Alemania y Rusia llevarán al mundo, lean el artículo de Mr. Flurry «El Ataque de Rusia Señala un Nueva Era Peligrosa«
Fuente: Richard Palmer, The Trumpet, 22 de ebrero de 2016.
Excelente análisis. Solo falta agregar que el Vaticano poco y nada dice el genocidio que esta provocando los ataques rusos en Siria, con el objeto de sostener a Assad en el poder (viejo aliado de la ex URSS), primero masacrando a la oposición politica, aquella por la cual Assad inició esta guerra cruenta contra su propio pueblo.
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