Vira Savchenko, la hermana de Nadiya, ha publicado en su página en Facebook la carta con el alegato final de la piloto héroe de Ucrania, secuestrada en Rusia y «juzgada» por un «tribunal» a modo de espectáculo.
Este es:
«Alegato final:
No admito mi culpabilidad, ni el veredicto, ni a este tribunal ruso. Si soy condenada, no apelaré. Mi deseo es que todo el mundo civilizado y democrático comprenda que Rusia es un país tercermundista y un régimen totalitario gobernado por un dictadorzuelo de poca monta, un país que escupe en los derechos humanos y en el derecho internacional.
Me someten a una situación absurda: que unos secuestradores y torturadores pretendan arrogarse luego el derecho de juzgar. ¿Qué tipo de juicio justo es este? En Rusia, no hay ni juicios, ni investigación procesal… Lo único que hay es una farsa, un teatro con marionetas cuyas cuerdas se manejan desde el Kremlin, por lo que considero que mi participación en esta farsa es perder mi tiempo ¡y mi vida!
Por lo tanto, no habrá apelación (a la sentencia). Lo que habrá es que, una vez se emita el veredicto, continuaré la huelga de hambre durante otros diez días hasta que el veredicto sea efectivo; es, además, el plazo que necesitará para traducirse al ucraniano, pues para eso sí que son muy buenos, para dilatar plazos… Pasados diez días, declararé una huelga de hambre seca, y Rusia tendrá un plazo de solo diez días para devolverme a Ucrania, de donde me llevaron secuestrada a la fuerza. Y me da igual cómo lo justifiquen luego, he oído que [el Presidente] Petro Poroshenko es un hábil diplomático. Pues espero que sus habilidades diplomáticas basten para alcanzar un acuerdo con algún idiota en Rusia… Al fin y al cabo, le prometió a mi madre que estaría de vuelta en casa en las vacaciones de mayo de 2015.
Y, mientras, siguen son sus tejemanejes sobre mi persona, me abandonará poco a poco la vida y, de una u otra forma, Rusia no tendrá más remedio que devolverme a Ucrania: o viva, o muerta. ¡Pero me devolverá a Ucrania!
Y, si durante esos diez días, mi hermana aguarda a las puertas de la prisión, día y noche, esperando… si me llevará de vuelta, si me liberarán… Y, si la meten presa a ella… mi madre, de 77 años, vendrá a sustituirla… ¿La van a meter presa a ella también? Entonces, quien vendrá a ocupar su lugar será mi amiga, y, luego, más amigos, después, otro ucraniano, y otro… Y recuerden: ¡no los van a poder meter presos a todos! Y, mientras mis compatriotas aguarden allí, los rusos de bien, ciudadanos de a pie, desde las casas vecinas, empezarán a traerles té caliente, bocadillos, mantas… Porque cada uno de ellos es consciente de que cada uno de sus hijos podría acabar preso como lo estoy yo ahora, en esa prisión de gente llamada Rusia.
Y así es como empieza un Maidán… ¿Es lo que necesitan? ¡Porque lo temen más que un gato al agua! Así que más le vale al Kremlin devolverme ya a Ucrania, cuanto antes, mejor, ¡y viva!
Y más le valdría al mundo donde rigen los valores democráticos comprender las lecciones de la Historia y recordar que hubo un tiempo en que Europa era tolerante con Hitler, Estados Unidos no tenía suficiente peso y se vio inmerso al final en la Segunda Guerra Mundial. Putin es un tirano con ínfulas imperiales, y con complejos de personalidad como Napoleón y Hitler juntos. Un oso no comprende el lenguaje humano, solo entiende el lenguaje de la fuerza. Por tanto, si no se adopta una actitud más resuelta, y no definimos nuestras prioridades a tiempo, pronto nos enfrentaremos a una tercera conflagración mundial.
Como representante parlamentaria que soy ahora, jamás le estrecharé la mano a Rusia en política. No se le estrecha la mano a quien te las esposa y encadena. Sin embargo, cada vez que tome una decisión en política, siempre tendré presente su efecto en las personas corrientes de Ucrania, y también en las de Rusia. Porque en Rusia, a pesar de todos los pesares, aun queda gente decente, sincera, amable y desgraciada.
[Fuente: Facebook de la hermana de Nadia Savchenko, Vira Savchenko]