Sinceros. El traje de boda de la región de Poltava

Yanina Sokolova muestra el traje de boda de la región de Poltava.

El traje de Poltava, comparando con el de otras regiones, es bastante exuberante ya que se desarrolló en la época del Barroco. En estas zonas había una gran cantidad de pueblos y ciudades de cosacos adinerados, que adoptaban las tendencias de la moda europea, tales, por ejemplo, como la complejidad del bordado. En esta región empezaron a bordar la manga entera en el siglo XIX. El bordado que lleva Yanina está hecho mediante la técnica del bordado de hilos blancos sobre tela blanca con recortes de pequeños trozos de tela.

Yanina lleva puesta una toalla larga como un delantal, que tiene bordado un árbol de la vida. En la toalla están representados las raíces, el tronco y las ramas de un árbol, que simboliza antepasados, así como la vida presente y futura de la joven familia.

La presencia de la toalla y de la corona indica que estamos ante un traje de novia. Esta corona es típica de las aldeas del distrito de Chornobai, de la región de Cherkasy. Las flores se fabricaban de hilos manufacturados y se decoraban con hilos dorados, que traían del este.

Durante la ceremonia de boda, el cura ponía sobre la cabeza o los hombros de la novia un pañuelo encima de la corona de flores. Después de la ceremonia, la corona era quitada y la cabeza de la joven atada con un pañuelo. La novia se convertía en una joven esposa. Es interesante saber que en la iglesia el novio tenía que pisar un poco la falda de su novia, mostrando de esta manera que iba a ser él quien iba a mandar en casa.

Después de la ceremonia, los jóvenes esposos volvían cada uno a su casa, porque cada uno tenía sus propios invitados. Ya por la noche el joven venía a por su mujer, pagaba una redención a sus padres y se la llevaba consigo.

A propósito de la boda, la novia horneaba “shishki”, unas galletas especiales, que luego regalaba a quienes quería ver en su boda. La persona que quería asistir a la boda y sin embargo no estaba invitada, también podía venir, pero no podía entrar en casa. A estos intrusos llamaban “zaporozhtsi” (igual como a los cosacos Cosacos zapórogos), porque se quedaban detrás del umbral, “porog” en ucraniano. Sin embargo, estos señores no se lo pasaban mal, en la calle había músicos que tocaban para ellos y se les ofrecía “gorilka”, una bebida alcohólica muy fuerte.

Normalmente las bodas se celebraban los domingos, y el lunes familiares y amigos cercanos del joven marido iban a casa de la joven esposa para dar las gracias por ella.

Se prestaba mucha atención a la joyería de la novia porque simbolizaba la abundancia de la familia. Una joven llevaba un coral de numerosos hilos con detalles en plata, perlas de vidrio veneciano, “dukach” (un tipo de colgante) con lazo. Si los padres de ella no disponían de la joyería necesaria, la pedían prestada.

En el siglo XIX, aparece una prenda nueva imprescindible de poner: “kersetka”, un tipo de corsé o de chaleco. Su fabricación era complicada, por esto algunos habitantes adinerados de las ciudades preferían encargar su fabricación. La “kersetka” de Yanina está decorada con apliques.

Las camisas y las “plajtas” (trozos de tela sin coser que llevaban encima de camisa en forma de falda) seguían siendo arcaicas. Estas prendas de vestir no se cambiaron mucho desde la época de la Rus de Kyiv (siglos IX-XIII).

El traje de boda de la colección de Volodymir Schybri, la corona fabricada en el taller «Makoviya«, la joyería y “dukach” de la colección de Olena Buhaychenko.

El proyecto “Sinceros” es una serie de artículos dedicados al traje tradicional, cual tiene como objetivo mostrar la riqueza y el colorido de la ropa típica ucraniana.

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Fuente: Ukrainska Pravda