URZUF, Ucrania – En la base del Regimiento Azov en esta ciudad balnearia sobre la costa del Mar de Azov, a veces se puede escuchar el sonido de la artillería desde las líneas del frente, que están aproximadamente a 42 millas al Este hacia la frontera rusa.
A pesar de ello, en este día de Verano ventoso de fin de agosto, los turistas nadan en la playa pública abajo de la base militar aunque está un poquito frío y hay una guerra a 45 minutos de auto de aquí. Aun en guerra, después de todo, la vida continúa. Esos intrépidos turistas están disfrutando los últimos días de Verano antes que los estudiantes vuelvan al la escuela el 1° de Septiembre.
A medida que el Verano se desvanece hacia su fin, antes del inicio del ciclo escolar, la guerra también se supone que debía terminar el 1° de Septiembre como parte de un cese del fuego para la «vuelta a clases». Luego de más de tres años de combate constante, esos acuerdos se han tornado una farsa anual. Pocos creían que este último acuerdo de paz durará. Ciertamente, no los soldados del Regimiento Azov desplegados aquí sobre la frontera de la zona de guerra.

«Nadie cree que este cese del fuego vaya a ayudar a alguien, porque casi todos los cese del fuego no han funcionado como debían» dijo Anton Kolomoets, un soldado del Regimiento Azov a The Daily Signal en una visita reciente a la base de la unidad de Urzuf.
«La mayoría de los muchachos espera que esta guerra termine con nosotros tomando el control de la frontera ucraniana y reconquistando Luhansk y Donetsk. Por lo tanto a nadie le seduce la idea de ‘enfriar'», dice Kolomoets, refiriéndose a las ciudades capitales de los dos territorios separatistas respaldados por los rusos en el Este ucraniano.
«En este momento no es intenso, pero luego del 1° de Septiembre creemos que empeorará nuevamente», le dijo un soldado del Regimiento Azov que lleva el nombre de guerra de ‘Nikopol’ a The Daily Signal. «No creemos que la guerra vaya a terminar pronto».
(Debido a cuestiones de seguridad, algunos soldados del Regimiento Azov solicitaron que sus nombres completos sean no revelados)
Causa Común
En 2014 el Regimiento Azov tomó una residencia veraniega en Urzuf perteneciente a Viktor Yanukovych, el anterior presidente ucraniano pro-ruso que fue derrocado por una revolución pro occidental en febrero de 2014. De manera predecible y reveladora, el depuesto presidente escapó a Rusia donde ahora vive en el exilio.
Desde entonces la residencia desalojada de Yanukovych se ha convertido en el centro de guerra principal del Regimiento Azov.
El Regimiento Azov fue creado en la Primavera de 2014, como el Batallón Azov. Comenzó como una unidad civil paramilitar voluntaria extra gubernamental, un retoño militarizado de los grupos de protesta activos durante la revolución de 2014. En un comienzo, las tropas de Azov obtenían armamento de la manera que fuese y partían al frente casi sin entrenamiento (excepto por algunos veteranos militares entre medio) y con una fluida jerarquía de mando.
Los soldados describieron esas etapas primigenias como un campo de entrenamiento por «selección natural». La supervivencia en el campo de batalla era el derecho de paso. Fue un momento de hacer o morir para Ucrania. Con el ejército regular de rodillas, mientras que los delegados rusos andaban a los saltos a lo ancho del Sudeste de Ucrania, grupos partisanos ad hoc como Azov, dieron vuelta la marea de la guerra y efectivamente evitaron que Rusia partiera a Ucrania en dos.

Después de tres años y dos ceses del fuego fracasados, la guerra en Ucrania se encuentra encerrada en una combate de larga distancia y estático. Ambas partes acataron, en la mayor parte, el edicto de cese del fuego de febrero de 2015 de congelar el conflicto geográficamente y no tomar nuevo territorio.
Dicho esto, la guerra continúa como un polígono de tiro indirecto. Un tercio de las 10.100 bajas han ocurrido desde que el cese del fuego de febrero de 2015, conocido como Minsk II, entró en vigencia. Los soldados de ambos bandos permanecen luego de más de dos años bajo el régimen del cese del fuego, agachados en trincheras y en posiciones fortificadas ad hoc dentro de los restos en ruinas de las aldeas bombardedas.
«Este acuerdo de paz pega duro en la moral del ejército ucraniano,» le dijo a The Daily Signal el Comandante del Segundo Batallón del Regimiento Azov, cuyo nombre de guerra es ‘Kirt’. «Estamos comprometidos con esta guerra de liberación, pero estamos cansados. El acuerdo de paz es una trampa.»
De acuerdo a la OTAN y los funcionarios ucranianos, las fuerzas combinadas rusas-separatistas comprenden una fuerza conjunta de 3.000 efectivos rusos y alrededor de 35.000 separatistas pro rusos y mercenarios extranjeros.
Aun así, el Kremlin asevera que no está involucrado en la guerra. De acuerdo a la versión rusa de los eventos, el ejército separatista es una insurgencia de las bases, compuesta por obreros y mineros disgustados que saquearon bases militares ucranianas para proveerse de armamento.
Dentro de la zona de combate de Donbás, comprendiendo solo el 5% del total del territorio de Ucrania, este así denominado levantamiento ha juntado 478 tanques operativos, de acuerdo a funcionarios ucranianos y estadounidenses – más que el número combinado de tanques disponibles por Alemania, Francia y la república Checa.
«Es 100% una guerra contra una invasión rusa, por lo tanto, ¿cómo podemos llegar a un acuerdo de paz?» dijo Kirt. «Rusia quiere mantener esta guerra para siempre. Podemos detener esta guerra solo si la ganamos»
Listo para la guerra
Mientras que la guerra hierve, el Regimiento Azov está fuera del frente de batalla, manteniéndose en reserva en caso de una ofensiva combinada ruso-separatista. Como en otros lugares a lo largo del frente de batalla, en el sector M donde Azov está desplegado (M significa Mariupol), las fuerzas ucranianas han emplazado la artillería y el blindaje pesado fuera de la distancia tampón, tal cual lo establece el cese del fuego de Minsk II para ambos bandos.
Si Rusia y sus delegados separatistas lanzaran una ofensiva, las unidades ucranianas en el frente de batalla deberían contenerlos utilizando armamento liviano hasta tanto el armamento pesado fuera traído al frente junto a refuerzos de unidades de reserva como el Regimiento Azov.
Las tropas del Regimiento Azov tienen emociones encontradas sobre estar fuera del frente de batalla. Algunos están ansiosos por entrar en la refriega para vengar las pérdidas de los campos de batalla de los pasados últimos años y reconquistar territorio ucraniano ahora bajo control de los delegados rusos.

Otros soldados, no obstante, reconocen la importancia del tiempo disponible que tienen para entrenarse, así como el alivio psicológico de no vivir bajo la amenaza permanente de fuego enemigo.
«La mayoría de los muchachos quieren algún tipo de acción, aunque pienso que en este estado de la guerra es casi un sin sentido estar en el frente, vivir en las trincheras y estar sometido a morteros,» dijo Kolomoets. «Azov es más que capaz de emprender acciones ofensivas, pero casi no hay ninguna. Mi punto es que no me gusta ser mantenido en las trincheras, sometido al fuego de artillería o morteros y no ser autorizado a hacer algo al respecto.»
Desde que dejó el frente en el Verano de 2015, el Regimimiento Azov ha implementado nuevos programas de entrenamiento y configurado su marco institucional, prácticamente desde la nada. Por primera vez, por ejemplo, la unidad tiene un curso de entrenamiento especializado para sus efectivos con rango por debajo de los sub-oficiales. Un curso de entrenamiento para oficiales está también siendo desarrollado.
«Es difícil explicarles a nuestros muchachos la necesidad de prepararse, «dijo Kirt, el Comandante del Batallón. «Apenas uno kilómetros de aquí, los soldados ucranianos están siendo heridos. La tarea más importante como comandantes de Azov, es explicarle a nuestros muchachos la necesidad de que se lo tomen con calma, que entiendan lo importante que es entrenarse.»
Conjunto de Habilidades
Este día en la base del Regimiento Azov de Urzuf, un ex soldado del ejército Británico llamado Chris Garrett – que lleva el nombre de guerra swampy (embarrado o pantanoso) – conduce a 11 soldados del Regimiento Azov en un ejercicio de entrenamiento que simula la eliminación segura de piezas de artillería con trampas caza bobos.
Todos los soldados visten uniformes multicamuflaje de estilo estadounidense. Algunos visten blusones, otros remeras identificadas con el logo del Regimiento Azov. Seis de ellos visten gorritas de baseball multicamufladas. Su calzado se divide entre borceguíes de combate obscuros y zapatillas de correr.
Garrett viste el uniforme estándar multicamuflado estadounidense con sus mangas enrolladas. El es un especialista en eliminación de explosivos de artillería o EOD (por sus siglas en Inglés).
Un parche blanco y negro con las siglas EOD se ubican en su hombro derecho debajo de un parche más chico con su tipo de sangre. Tiene una larga barba, brazos tatuados, un su pelo peinado hacia atrás y ojos emotivos y curtidos.
Garrett les habla en Inglés a los soldados reunidos a su alrededor para la clase del día; Kolomoets maneja las traducciones.
Como la mayoría de los soldados con verdadera experiencia de combate, Garrett es efusivamente correcto, humilde y bien hablado. Las bravuconadas entre los soldados se reservan usualmente para aquellos que tienen algo que probar. Basado en su conducta amistosa y de bajo perfil, Garret no busca impresionar – comenta sus historias de guerra como bromas autodespreciativas, no ejemplos de verdadero coraje.

Pero, luego de 3 años de servir en la guerra de manera intermitente con el Regimiento Azov , las historias de Garrett del frente, junto a la monumental tarea que se cargo al hombro en solitario, dejan una impresión indeleble, sin importar cuan modestamente se presente él.
Garrett se incorporó a la unidad en 2014 cuando era todavía era una unidad voluntaria partisana. Desde entonces Azov devino en parte de la Guardia Nacional Ucraniana, y Garrett aunque tiene un pasaporte británico, es ahora un soldado oficial de la Guardia Nacional Ucraniana, cobrando las 10.000 Hryvnias mensuales (circa US $ 400) por sus servicios como todos los demás.
Garrett viene de la Isla de Man. Se unió al ejército Británico a los 16 años, y sirvió por un año antes de ser dado de baja por una herida. Fue propietario de una empresa de poda de árboles durante tres años en la isla antes de ser atraído por la sirena de alarma de la guerra.
Primero fue al estado de Karen, una región escindida de Burma y hogar de una continua guerra civil desde 1949. Fue como voluntario en 2012, entregando insumos humanitarios y trabajando para el desminado de áreas cercanas a poblaciones civiles.
«Hay algo especial en ayudar a la gente a vivir seguro», dijo Garrett. «La gente como yo no busca ser héroes. Sabemos que los héroes son quienes viven con la amenaza de explosivos diariamente. «
Antes que Garett pusiera un pie en Ucrania, ya sentía que era su guerra.
«Cuando los hombrecitos de verde aparecieron en Crimea supe que fuerzas rusas estaban invadiendo el territorio soberano de Ucrania», dijo Garrett. «En mi mente esto era una grave problema y si alguien anexara parte de mi país, esperaría que alguien viniera en nuestra ayuda en tiempos de necesidad.»
Llegó a Ucrania en septiembre de 2014 como voluntario para entregar insumos médicos y ayudar en las operaciones de desminado. No mucho después era un soldado voluntario combatiendo para Ucrania.
«No sabía en lo que me estaba metiendo,» dijo Garrett.
Bautismo bajo fuego
El 14 de febrero de 2015 (el día de San Valentín) Garrett se vió atrapado en una particularmente brutal batalla en la línea del frente en el pueblo de Shyrokyne, apenas en las afueras de Mariupol.
Garrett quedó atrapado en una mescolanza de tropas ucranianas de diferentes unidades en un puesto de observación en las afueras de Shyrokyne, cuando fuerzas combinadas Ruso-Separatistas bombardearon la posición con cohetes Grad. El ataque con cohetes fue el preludio de un ataque masivo con tanques e infantería.
Era un caos. Los tiroteos estallaban en todos lados. Los ucranianos estaban abrumados y sus líneas cortadas con el resto de sus fuerzas. No tenían otra opción que retroceder. En el caos y confusión de la retirada, y probablemente en parte debido a que no habla ucraniano o ruso, Garrett se halló separado. Solo, con el enemigo merodeando a su alrededor, y listo para matarlo.
En un momento corrió solo a través de la calle. Mientras las balas picaban a su alrededor se encontró cara a cara con un soldado enemigo. Garrett le disparó en el pecho con un rifle de francotirador. El soldado enemigo cayó.
«Fue instinto puro,» dijo Garrett.
Pronto Garrett se reunió con otros dos soldados ucranianos – ninguno de los cuales hablaba Inglés. El trío deambuló por casas destruidas, se escurrió a través de paredes derrumbadas y jardines bombardeados. Se arrastraron por un tubo de desagüe mientras esquivaban fuego de tanques y ametralladoras.

Garrett y sus dos camaradas ucranianos estaban atrapados detrás del ataque enemigo. Entonces, sin ninguna otra opción que rendirse, se arrancaron sus insignias y la cinta reflectiva en sus brazos que los soldados ucranianos utilizaban para identificarse. Luego, con su estómago en su garganta, los tres se pararon y caminaron abiertamente por la ciudad simulando ser Separatistas.
Cuando uno de los soldados ucranianos habló en ruso a un soldado separatista que pasaba caminando, Garrett observó mudo. Mientras el trío caminaba hacia el límite de la ciudad más cerca de las líneas ucranianas, quedaron bajo el fuego de las tropas ucranianas que los confundieron con Separatistas.
Se zambulleron en una zanja para cubrirse. Momentos después un disparo de tanque bien dirigido impactó en el terraplén. «La explosión y la onda expansiva nos pasó por encima, ensordeciéndonos y cubriéndonos de llamas y tierra. «Garrett nos recordó que aun tiene daño en el oído de la conmoción.
El disparo de tanque encendió el pasto alrededor, quizás disimulando al trío mientras se refugiaban en una casa hasta la caída de la noche. Entonces, bajo la cubierta de la obscuridad, y con el desconcertante zumbar de drones dando vueltas por encima de ellos, furtivamente se arrastraron hacia las líneas ucranianas. En el medio del caos y de la confusión por el desplazamiento del frente de batalla, corrían el riesgo de ser atacados tanto por sus camaradas como por sus enemigos.
Garrett y los dos ucranianos al final llegaron a las trincheras de Azov. Sus vidas se salvaron cuando uno de los soldados ucrananos gritó que tenía a «Swampy» de Azov con ellos.
«Los chicos en la trinchera lucían cansados y desgastados por los combates del día,» dijo Garrett de lo que vió, cuando llegó a salvo a su unidad. «Ojos hundidos y sacudiéndose descontroladamente. Todos habían tenido un día muy duro.»
Curva de Aprendizaje
Garrett admitió que su experiencia de OED era «básicamente teórica» antes de arribar a Ucrania. «Cuando recién llegué aquí, estaba buscando cables trampa en el medio de la noche con las manos desnudas,» dijo. «Fue una curva de aprendizaje muy empinada para mí»
Pero el hecho que Garrett tuviera algo de experiencia lo colocó en una situación de alta demanda por sus servicios entre los equipos que defendían Mariupol.
Pronto, Garrett estaba limpiando campos minados en el medio de operaciones de combate, y escabulliéndose para encontrar trampas caza bobos a la noche a través de la tierra de nadie. Al mejor estilo de la Primera Guerra Mundial, hasta usó explosivos para cavar trincheras en el frente de batalla, cuando hacerlo a mano hubiera sido demasiado riesgoso debido a los francotiradores y los bombardeos.

«Se me dio rienda suelta pues tenía algo de experiencia» dijo Garrett. «Encontré un nicho aquí y veo el impacto que estoy teniendo»
«El trabajo de Swampy salvó un montón de vidas,» dijo Kirt, el Comandante del Segundo Batallón de Azov, usando el nombre de guerra de Garrett.
La amenaza de dispositivos explosivos en Ucrania proviene básicamente de trampas caza bobos, minas terrestres y proyectiles que no estallaron. Las fuerzas combinadas Ruso-Separatistas rara vez utilizan dispositivos explosivos improvisados o IED (siglas en Inglés) a la par de las que los militantes islámicos han utilizado con efectos devastadores en los campos de batalla en Iraq y Afghanistán.
«No están todavía al nivel de ISIS,» dijo Garret, refiriéndose a la amenaza de los IED.
Añadió: «Al comienzo de la guerra, todo aquel que tenía acceso a una granada de mano la estaba atando con hilos a través de árboles, entradas de puertas, senderos de paso… pero nadie tenía entrenamiento para lidiar con esa amenaza.»
Autosuficiencia
Garrett dirige un programa de entrenamiento improvisado para Azov, instruyendo pequeños grupos de tropas de Azov de a uno, en como navegar campos minados, desmantelar trampas caza bobos, y manipular municiones que no explotaron. Dijo que el entrenamiento de EOD es singularmente costo y tiempo efectivo, y debería ser una prioridad para la unidad que evoluciona.
«Es lo mismo que enseñarle a alguien CPR,» dijo Garrett. «Un poquito de entrenamiento puede incrementar exponencialmente la supervivencia de un soldado.»
Añadió, «Una vez que los entreno, por lo tanto, el truco es conseguirles el equipo que necesitan.»
A pesar del status de Guardia Nacional del Regimiento Azov, la unidad aun paga la mayor parte de sus suministros, dirige sus propios programas de entrenamiento y mantiene sus propias instalaciones.
Por sobre todo, las tropas de Azov dicen que la Guardia Nacional mayormente le provee lo que necesitan de armamento. La mayor parte del resto de los suministros es de tan baja calidad que tienen que buscar reemplazos por ellos mismos. Esos items consisten en chalecos anti balas, cascos, uniformes, miras telescópicas y calzado.
La paga a los soldados la provee la Guardia Nacional. Igual con la munición en gran parte, que proviene de los arsenales de la era soviética. La Guardia Nacional le dio también al Regimiento Azov una remesa de tanques T-64 modificados.
No obstante, las tropas de Azov dicen que existe demasiada burocracia y que demora mucho tiempo solicitar equipo de reemplazo a través de los canales oficiales de la Guardia Nacional. Es más fácil, dicen, simplemente comprar cosas nuevas.
«Estos tipos quieren en realidad cambiar algo, quieren salvar su país,» dice Kirt. «Pero a veces el gobierno a veces arruina el espíritu voluntario.»
Garrett dice que ha recibido en total ayuda para entrenamiento por valor de US $ 200 de la cadena de abastecimiento de la Guardia Nacional. Todo lo demás ya lo ha comprado o planea comprarlo en el futuro de su bolsillo o a través de donaciones online.
En este momento está tratando de juntar fondos para comprar un traje para eliminación de bombas a través del sitio web «GoFundMe» (https://www.gofundme.com/eod-bomb-disposal-suit).
Garrett quiere también comprar equipos individuales británicos para eliminación de minas para cada uno de los soldados de Azov. A US $ 15 por unidad, tiene que hacerse cargo de la cuenta por un equipo de combate clave que puede tener un inmediato impacto en salvar la vida de los soldados en el frente.
Aunque el Regimiento Azov no está en el frente de batalla, Garrett dice que «acepta pedidos» de unidades del frente para la limpieza de campos minados, el desmantelamiento de trampas caza bobos, y la limpieza de proyectiles que no explotaron. También trabaja para remover explosivos peligrosos de áreas civiles.
«La gente se las ingenia para descubrir formas más interesantes para matarse los unos a los otros, es difícil mantenerse adelante de ello,» dijo Garrett.
«Uno de los proyectos de Garrett es mapear los campos minados y las áreas con trampas caza bobos, para que los civiles puedan retornar a sus hogares seguros. Predice que llevará 20 años desminar adecuadamente la zona de guerra en el Este de Ucrania.
Tribu Guerrera
Existe una tradición familiar entre los soldados del Regimiento Azov que los exceptúa de mucha de las costumbres y cortesías de las rígidas tradiciones militares.
El Regimiento Azov no tiene basamento institucional. Fue forjado específicamente para la guerra que ahora pelea. Consecuentemente, no existe mucho pensamiento dedicado a la posición del individuo dentro de la unidad más allá del contexto del combate en la guerra. Casi no hay entre las tropas de Azov deseo de escalar posiciones dentro de la organización o de desarrollar una carrera como soldado profesional. El Servicio Militar no es visto como una elección de carrera, más como un deber durante el tiempo de guerra para defender al país de la amenaza existencial de una invasión rusa.
En 2014, el Batallón Azov, como se lo denominaba entonces, tenía una guerra por pelear y ganar. Era simplemente eso. La unidad era en el más verdadero de los sentidos, una tribu guerrera.

Hoy en día, el Regimiento Azov es aun único en su centro de atención y en su conducta de combate. Pero la unidad está también madurando y astutamente dedicando su tiempo libre fuera del frente a entrenar y a construir su andamiaje institucional.
«Ahora que estamos fuera del frente de batalla oficialmente, tenemos el tiempo de entrenarnos,» dijo Garrett. «Y cuando volvemos al frente, vamos a perder menos tiempo inútilmente.»
Los comandantes como Kirt han mirado el largo plazo. Ellos piensan que la guerra en Ucrania podría aun escalar en un conflicto más grande y más letal. Las unidades del ejército y la marina, desgastadas por la guerra, que han estado soportando los proyectiles de artillería en las trincheras por años, confiarán en unidades de reserva frescas y bien entrenadas como Azov si Rusia lanzara una ofensiva mayor.
«En una guerra de alta intensidad podemos detener al ejército Ruso,» dijo Kirt. «Lo detuvimos con anterioridad. Lo detuvimos en 2014 y podemos volver a hacerlo.»
«En un principio combatimos por nuestra liberación. . . comenzamos como voluntarios, ahora queremos ser soldados profesionales. Solo un ejército profesional puede liberar nuestro país.»
Un desafío de los comandantes de Azov es la amplia gama de posible amenazas que enfrentan. La unidad está oficialmente consagrada a monitorear la costa del Mar de Azov para repeler una invasión marina. Pero la ofensiva rusa podría también incluir una ataque aerotransportado, ataques aéreos, columnas de tanques u olas de ataques de artillería y cohetes. También, deben estar listos para zambullirse en las trincheras y participar del combate tal como se presenta.
«Tenemos que ser como los Rangers (fuerzas especiales) del Ejército de los EE.UU., » dijo Kirt. «No sabemos cuándo, ni donde el enemigo explotará nuestras debilidades.»
La Educación de un Guerrero
El desarrollo de los nuevos soldados del Regimiento Azov contrasta con las experiencias de muchos soldados ucranianos desplegados – al igual que con las de los primeros días cando el Batallón Azov era una unidad voluntaria y partisana. El apuro para nutrir de hombres las unidades del frente de batalla medidante conscripciones masivas, había significado un abreviado tiempo de instrucción para muchos soldados ucranianos.
No obstante, los nuevos reclutas de Azov, atraviesan meses de entrenamiento, incluyendo cursos especializados antes de enfrentar el combate. Ese tipo de pensado proceso de maduración en entrenamiento, durante el cual los reclutas son adoctrinados con la disciplina militar, es similar al que atraviesan los efectivos estadounidenses antes de combatir.
Consecuentemente, los comandantes de Azov dicen que el regimiento está resultando en soldados mejor entrenados y más profesionales que cualquier otra unidad militar ucraniana.
«Si vos querés crear un guerrero, simplemente envialos al frente de batalla y 50% sobrevivirá,» dijo un líder de pelotón del 2° Batallón del Regimiento, de 23 años conocido por su nombre de guerra ‘Gandolf’.
«Pero si querés crear un profesional, tenés primero que entrenarlo,» añadió Gandolf. «recién después de entrenarlo lo envías a combatir. En ese caso tendrás un guerrero profesional.»
Nativo de la capital ucraniana, Kyiv, Gandolf lidera 20 soldados. No obstante, no tiene un rango especial correspondiente con su posición de liderazgo. El líder de pelotón de 23 años es lo que los ucranianos llaman un «simple soldado», aunque tenga la responsabilidad de un oficial no comisionado (suboficial), o aun de un teniente en el Ejército de los EE.UU.

En mayo y junio Gandolf dejo un destacamento de sus tropas – los reclutas más nuevos – en un breve despliegue en la ciudad de Marinka en el frente de batalla, por invitación de la 92° Brigada Mecanizada.
Esa corta misión en el frente de Marinka fue una ocasión invalorable para experimentar el combate de primera mano, dijo Gandolf, y una piedra angular en el entrenamiento militar de los reclutas.
«Esta guerra estática no es una guerra de ataque de posiciones o de fuego pesado, pero es mejor que nada,» dijo Gandolf. «La experiencia de la pequeña unidad es importante para los novatos que nunca han estado en combate.»
El centro de atención de los comandantes de Azov a medida que evolucionan en la cultura de sus unidades es enterrar el modelo mental del militar soviético.
«Los Soviéticos utilizaban un ejército de conscriptos, como los rusos hacen todavía,» dijo Kirt. «Nosotros estamos entrenando soldados profesionales, que pueden pensar por ellos mismos. Nos estamos deshaciendo del viejo sistema. Necesitamos un nuevo tipo de defensor, un nuevo tipo de ejército»
Kirt estimó que solo un 5% de los soldados de Azov concurrió a alguna de las academias militares de Ucrania, destacando una ruptura del modelo tradicional de la escuela de pensamiento soviético que todavía domina muchas de las fuerzas armadas de Ucrania.
«Nosotros preparamos líderes, no comandantes,» dijo Kirt. «Estamos usando el sistema occidental, aunque también nuestra propia experiencia.»
Añadió: «Es más importante aprender a como mejorar nuestra organización y nuestro entrenamiento, antes que adquirir habilidades especiales o armamento.»
‘Todos los ojos están posados sobre nosotros’
El Regimiento Azov jugó un rol preponderante en algunas de las batallas más esenciales, incluyendo la liberación y defensa de Mariupol en 2014, la mortal batalla de Ilovaisk también en 2014, al igual que la demoledora defensa de Shyrokyne a lo largo de 2015. Aun así, a pesar de ello el Regimiento Azov tiene una reputación accidentada.
El grupo ha sido acusado de crímenes de guerra y ha levantado condenas, incluyendo de parte de los legisladores estadounidenses, por las ideas neo-nazis abrazadas por algunos de los soldados dentro de sus filas.
Los soldados de Azov, por su parte no se asustan de reconocer la orientación de extrema derecha de algunos de sus camaradas. «Todos los ojos están posados sobre nosotros,» dijo Garrett, haciendo referencia a la complicada reputación de Azov. «Pero toda fuerza armada tiene manzanas en mal estado.»
Las tropas de Azov dicen que la unidad es inclusiva de varias nacionalidades, etnias y creencias. No existe una orientación ideológica por encima de la unidad, dicen, más allá del compromiso compartido para defender a Ucrania.
«Hay una única ideología de Azov, cual es la liberación de la Nación Ucraniana,» dijo Kirt. «Tenemos gente con todo tipo de antecedentes, desde la derecha a la izquierda, diferentes religiones. «Están todos dispuestos a morir por la liberación de Ucrania.»
Fuente: Nolan Peterson, The Daily Signal, 1° de septiembre de 2017.
Nolan Peterson, un ex piloto de helicópteros de operaciones especiales y veterano de combate de Irak y Afghanistán, es el corresponsal de guerra de The Daily Signal en Ucrania.
Nota del Traductor: el Símbolo que identifica al Regimiento Azov, la «N» y la «I»que la atraviesa, simbolizan la «Idea de Nación». Era extremadamente popular en la nobleza y los Cosacos de Volyn, utilizando la vieja forma de la letra «N», antes de la reforma de Pedro. Distinguió durante siglos a unidades militares ucranianas y se refiere solo a su significado ucraniano; no a interpretaciones tendenciosas que lo asimilan a ideologías foráneas. El logo y la marca están registrados según la ley ucraniana de protección de derechos de propiedad intelectual a nombre de la Sociedad Civil Azov, una ONG que apoya a las fuerzas armadas de Ucrania. La «Idea de Nación» está basada en valores culturales y religiosos, de etnicidad, de idioma, de tradiciones, de normas legales, de normas de conducta autoimpuestas; compartidos por una comunidad o grupo social. Los vínculos entre los miembros de una sociedad, sus valores y principios compartidos representan lo que la Ciencia Política moderna denomina «Capital Social»; cuyo elemento esencial es la «Confianza».