Propaganda Rusa en Español: Nombres, Métodos e Ingresos

Para entender por qué persisten tantos propagandistas prorrusos en redes sociales, la clave está en el dinero que perciben por sus publicaciones haciendo apología de la propaganda y genocidio ucraniano. Desde 2022, las publicaciones de estos propagandistas han alcanzando niveles record en todo el mundo, especialmente Youtube y Telegram. Algunos de ellos, de nacionalidad rusa, han sido condecorados con medallas por el propio Putin. Es el caso del conocido warGonzo (alias de Semen Vladimirovich Pegov). En la investigación realizada por el periodista de la BBC Grigor Atanesian, los ingresos provienen directamente del número de visitas. Así, wargonzo ingresa una media de 1.765$ por publicación, gracias a sus 1,3 millones de seguidores. Teniendo en cuenta que estos propagandistas publican una media de una publicación diara, estarían ingresando al mes 52.900$, unas cifras muy alejadas de los ingresos medios de cualquier ruso o de cualquier otro país. Dentro del mundo hispano también hay muchos propagandistas con gran número de seguidores, especialmente en Hispanoamérica. En el caso de España destacaremos cuatro nombres conocidos:

Pedro Baños Bajo, ex militar español que se presenta ante los medios como experto en geopolítica. Antes de la invasión a gran escala de Ucrania, publicó varios libros sobre conspiraciones internacionales, supuestos hilos que manejan el mundo y otros aspectos de geopolítica internacional, con abultado volumen de ventas en sus libros. Sus cuentas en redes sociales tienen cientos de miles de seguidores, y en ellas ha hecho afirmaciones como que el derribo del vuelo MH17 sobre Ucrania fue autoría ucraniana y no rusa, o que si el mundo no negociaba con Rusia de manera urgente, Europa se congelaría de frío en invierno. Todos los mensajes con copia exacta de los mensajes de la propaganda rusa a nivel internacional. A ello habremos de sumar sus más que frecuentes apariciones en medios de comunicación tanto escritos como televisivos, siendo colaborador habitual del programa Cuarto Milenio. En dicho programa llegó a tener un serio enfrentamiento con otro compañero de profesión militar quien le tildó de propagandista y manipulador de una realidad incuestionable. Cuenta con más de 1 millón de seguidores entre todas sus redes sociales.

Rubén Gisbert: otro influencer en redes sociales cuya actividad principal es la abogacía. Representa a la nueva corriente de ideología proxima a la extrema derecha que copa buena parte de internet. Sus mensajes son siempre populistas, abordando temas de todo tipo. En la cuestión ucraniana, llegó a visitar Mariupol tras ser conquistado por Rusia, contando allí no solo con la ayuda del ejército ruso sino incluso con una visita guiada por algunos lugares que la propaganda rusa quería mostrar. Dichas visitas fueron grabadas y difundidas en todos sus canales recibiendo una media de 1.200 euros por canal. Tiene unos 300.000 seguidores entre todas sus redes sociales.

Liu Sivaya: rusa supuestamente nacionalizada española cuyas primeras apariciones mediáticas eran como representante de una asociación de estudiantes en una universidad madrileña que recibía amenazas por parte de movimientos de izquierda. Al igual que Gisbert, abordaba en un principio temas variados con alta dosis de populismo y demagogia que, unidos a su físico, le ganaron gran popularidad en internet. Al igual que los otros dos aludidos, también participó activamente en el programa de TV Cuarto Milenio hablando sobre Ucrania y su experiencia visitando la ciudad de Mariupol, de la que al igual que Gisbert también contó con el apoyo explícito del gobierno de Putin. Tiene 700.000 seguidores en sus redes.

Santiago Armesilla: madrileño licenciado en ciencias políticas que como los anteriores, encontró un nicho de dinero en los mensajes de extrema derecha, neo populismo y mucho nacionalismo español supremacista. Sin embargo, Armesilla se autodefine como de izquierdas y marxista, escribiendo varios libros con esa temática. No suele mostrarse como abiertamente prorruso, pero sí que manifiesta en varias de sus publicaciones que la guerra de Ucrania es la excusa de la OTAN, que hay que rendirse, negociar…otra de las líneas de la propaganda rusa.

Viktor Ternovsky: periodista ruso que domina el español. Trabaja en la agencia oficial de noticias Sputnik y es un conocido propagandista del Kremlin, si bien a diferencia de los anteriores, no lo oculta ni niega. Su popularidad es mayor en América, donde Sputnik, como RT, gozan de amplia presencia mediática y popularidad gracias a su mezcla de información propagandística con programas técnicamente muy bien realizados.

Aparte de los influencers, la propaganda rusa cuenta con gente ideológicamente próxima a los totalitarismos y al fascismo. Otros nombres conocidos son: José Antonio Zorrilla, ex embajador español en Moscú. Sus declaraciones sobre la invasión rusa giran siempre entorno a la imposibilidad de la existencia de la identidad ucraniana y que es un estado fallido frente a Rusia. José Javier Esparza Torres, periodista colaborador en diversos medios de comunicación de la extrema derecha española. Como los anteriores, afirma la imposibilidad de que Ucrania gane la guerra y que debe negociar su rendición inmediata, además de que España debe ser neutral. Pedro Pitarch: ex militar español que como los anteriores mantiene un discurso de derrota de Ucrania ante Rusia por motivos completamente ideológicos y ajenos a lo militar. tiene un blog personal con amplia audiencia entre sus colegas. Ha escrito varios artículos en prensa considerando la ayuda militar como inútil y calificando la incursión rusa como una lógica evolución dentro de los acontecimientos internacionales. Recientemente fue vetado por el Ministerio de Defensa de España a participar en una conferencia en Toledo sobre Ucrania, dada su posición ideológica.

Todos ellos, como vemos, coinciden en un punto en común, y es en una ideología de extrema derecha, ultranacionalista y populista, en que se mezclan elementos de conspiraciones, supuestos secretos y fuentes anónimas nunca clarificadas. Siguen al dedillo los mensajes de la propaganda rusa con líneas personalizadas en cada caso según su audiencia. Basta coger una calculadora y echar cuentas de cuánto pueden ingresar directamente desde esas redes sociales. Es más, en algunos de sus vídeos en directo van apareciendo hipotéticas donaciones de dinero nada más empezar los mismos, con importes que varían desde 5 euros en adelante en una frecuencia temporal bastante rítmica.

Si el falso periodista español Pablo González (aka Pavel Rubtsov), y no era el único medio, representaba el ala de la extrema izquierda que alimentó la propaganda putinista desde 2014 hasta 2022, el giro ideológico hacia la extrema derecha responde a la nueva realidad social y económica en la que las redes sociales y las ideologías populistas campan a sus anchas.

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