El dilema de Ucrania – por Nicolás de Pedro, Investigador Principal de CIDOB

Merkel, Hollande, Putin

La intensa actividad diplomática de las últimas horas parece abocada al fracaso. Moscú  y Kíev siguen demasiado lejos. En las últimas dos semanas, Rusia ha escalado el conflicto militar en el Donbás con la intención de doblegar de una vez por todas la resistencia ucraniana. Pero Ucrania, pese a los reveses y el desequilibrio de fuerzas, se ha mantenido firme y no acepta la negociación en los términos que plantea el Kremlin. Putin, al contrario de lo que se suele asumir, no está cuestionando la integridad territorial de Ucrania –excluyendo, obviamente, Crimea– sino la soberanía real de Kíev. Es decir, lo que quiere Moscú es tener capacidad de bloquear cualquier intento de Ucrania de aproximarse a la UE y a la OTAN. Con la perspectiva de un conflicto –activo o congelado– en el Donbás esa opción se desvanece para Ucrania; de ahí su resistencia y determinación.

Kíev se aferra ahora a la posibilidad de recibir armas de EEUU para dotarse de cierta capacidad defensiva y de disuasión frente a Rusia. Un escenario que va tomando cuerpo, aunque existen discrepancias importantes dentro del Gobierno de EEUU y Obama, al parecer, alberga aún serias dudas. Es precisamente este posible suministro el que ha impulsado la rápida iniciativa de Merkel y Hollande. Ambos observan con algo más que preocupación el riesgo real de una guerra total en el teatro ucraniano. Además, temen seriamente, particularmente la canciller alemana, que debilite el vínculo transatlántico y, sobre todo, que provoque la quiebra de la ya de por sí frágil unidad europea frente a Rusia.

Una Ucrania con cierta capacidad defensiva frente los blindados rusos plantea un escenario más adverso para Moscú. Pero no hace más probable un Kremlin dispuesto a retirarse y aceptar la plena soberanía de Ucrania. Tampoco la opción europea de buscar un constante apaciguamiento de Moscú asegura mejores resultados. Lo cierto es que ninguna alternativa garantiza una resolución rápida del conflicto ucraniano y todas plantean dilemas complicados; pero, para desgracia de Ucrania y los ucranianos, todas deben seguir sobre la mesa. El futuro del país se intuye muy difícil. Un frente militar abierto o un conflicto congelado harán siempre mucho más complicado que la sociedad ucraniana y su Gobierno concentren, como debieran, sus esfuerzos y energías en la construcción de un Estado funcional y democrático. Desvaneciéndose así las expectativas despertadas por el Euromaidán. Esa es, sin duda, la gran victoria de Putin con su operación de castigo a Ucrania.

Nicolás de Pedro, Investigador Principal, CIDOB

Artículo publicado originalmente en catalán en el Diari ARA el 7 de febrero de 2015

3 comentarios sobre “El dilema de Ucrania – por Nicolás de Pedro, Investigador Principal de CIDOB

  1. UCRANIA YA NO EXISTE, ES UN ESTADO FALLIDO, UNA COLONIA AFROAMERICANA, DIRIGIDA POR EL EMBAJADOR DE USA EN KIEV ( UCRANIA NO TIENE PRESIDENTE) , ES DECIR.. UCRANIA ES COMO PUERTO RICO: UN PAIS MISERABLE POR LAMER BOTAS DE LOS AMERICANOS. PERDIO SU INTEGRIDAD MORAL.

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  2. Rusia quiere impedir a toda costa que Ucrania entre en la UE porque no le interesa ni económicamente ni por muchas otras razones, y para impedirlo ha organizado toda la operación de guerra en el Donbass. Y todo lo demás son fuegos artificiales.

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