Informe de Nemtsov. Capítulo III. Cómo se llevaron Crimea

El 4 de marzo de 2014, Vladímir Putin, durante una rueda de prensa, al responder a la pregunta formulada por Bloomberg sobre quiénes eran las personas con uniformes militares parecidos a los rusos que estaban bloqueando al ejército ucraniano en Crimea, dijo: «son autodefensas locales». Y, en cuanto al uniforme, explicó: «estamos en la era postsoviética. Hay una gran cantidad de uniformes parecidos, se pueden comprar en cualquier tienda».

Sin embargo, un mes y medio después, el 17 de abril de 2014, en una rueda de prensa en formato «el pueblo pregunta», el propio Vladímir Putin abrió ya un poco las puertas de la «tienda» de la que salieron aquellos equipados y armados «hombrecillos verdes». «Nunca he ocultado (aunque sí, lo hizo [redacción]) que nuestra tarea consistía en asegurar las condiciones para la libre determinación de los crimeos. Por lo tanto, detrás de las fuerzas de las autodefensas locales sí que estaban nuestros soldados, por supuesto.» Fueron los propios soldados rusos quienes, más adelante, en una entrevista al medio Medusa, no controlado por el Kremlin, desvelaron quiénes y desde cuándo se «defendía la libre determinación de los crimeos».

Olég Terúshyn (23 años, sargento de la 31ª Brigada Independiente Aerotransportada de Uliánovsk, enviada al completo a Crimea):

«Nosotros fuimos de los primeros en llegar a la península, el 24 de febrero de 2014. Dos días antes, nos levantaron de urgencia en el cuartel, nos organizaron en batallones tácticos y nos enviaron en avión a Anapa. Desde allí, nos transportaron en camiones Kamaz hacia Novorosíisk [ambas en el suroeste de Rusia, en el krái de Krasnódar] y entonces a Sebastopol (Crimea) en un buque grande. […] Nada más bajar a tierra, nos ordenaron quitarnos todos los símbolos nacionales y de identificación militar. A todos nos repartieron pasamontañas verdes, gafas negras, rodilleras y coderas. […] Creo que fue a nosotros a los primeros a los que empezaron a llamar gente amable… En Sebastopol pasamos tan sólo unos días. Nos ordenaron situarnos y estar preparados para cumplir cualquier orden. Pronto nos trasladaron a Perevalne [localidad en la región de Simferópol] donde establecimos un campamento militar, ahí había, sobre todo, paracaidistas de Uliánovsk, unos 2000. La cantidad era necesaria para demostrar la fuerza de las tropas rusas.»

Alekséy Karúna (20 años, en 2013-2014 formó parte de la aviación de la Flota del Mar Negro, condecorado «por la devolución de Crimea»):

«Fue en febrero de 2014 cuando supe por primera vez acerca de los planes de anexión de Crimea. En aquel momento, nuestros soldados comenzaban a llegar a la península. Organizaban patrullas con el objetivo de controlar el territorio y que, no lo quiera Dios, comenzase un Maidán allí. En vísperas del referéndum nos avisaron de que habría una situación de alerta y que había que estar preparados. Pero todo transcurrió de manera tranquila. ¡Teníamos un número enorme de soldados en un territorio tan pequeño! Solo la Flota del Mar Negro tiene unos 15 mil, más otros 20 mil soldados en tierra. Y, además, están las fuerzas especiales. Toda resistencia sería inútil.»

La confirmación oficial, aunque indirecta, de que en Crimea se llevó a cabo una operación militar especial y planeada fueron las medallas concedidas por el Ministerio de Defensa de la Federación de Rusia «por la devolución de Crimea». (Inicialmente, información secreta: se publicaba, y más tarde se eliminaba de la página web oficial.)

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Las primeras medallas se concedieron el 24 de marzo de 2014. Las recibieron, de manos del ministro de Defensa, Serguéi Shoygú, marines de la armada rusa y oficiales de la Flota del Mar Negro, así como soldados y oficiales de los distritos militares de las regiones Central y Sur. Yarosláv Roschúpkin, el enlace de prensa del Distrito Militar Central, también confirmó la existencia de las medallas al afirmar que «en efecto, un grupo de militares recibió las condecoraciones». Sin embargo, rectificó al momento, afirmando que «estos militares no estuvieron en Crimea», sino que «colaboraron desde territorio ruso en labores de mantenimiento, transporte y otras».

La mentira del Gobierno sobre la anexión de Crimea se mantuvo de esta manera durante alrededor de un año. El telón del «secreto militar» comenzó a levantarse a partir de enero de 2015, a medida que se acercaban las celebraciones con motivo de aniversario del «regreso voluntario de Crimea a Rusia».

Sobre cómo de voluntario fue este regreso habló el ex ministro de Defensa de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Ígor Gírkin, el día 22 de enero de 2015, en una entrevista al canal en internet Neuromyr-TV. Según sus palabras, él llegó a Crimea el 21 de febrero de 2014. «No vi ningún apoyo por parte de las autoridades estatales en Simferópol, que es donde estaba yo, concretamente. Los separatistas reunían a los diputados [del Consejo Supremo de la República Autónoma de Crimea], para meterlos en una sala y que ellos aprobasen la decisión [de convocar un referéndum o unirse directamente a Rusia]». Cabe señalar que lo descrito por Gírkin (Strélkov) sucedió el 27 de febrero, inmediatamente después de que la noche del 26 al 27 los spetsnaz (fuerzas especiales) rusos tomasen el control de una serie de puntos estratégicos crimeos, incluido el edificio del Parlamento, donde, a punta de pistola, y sin presencia de prensa ni videograbación de la sesión (como se requeriría legalmente), los Diputados, supuestamente, votaron a favor del referéndum.

El primer funcionario ruso de alto rango en revelar públicamente detalles de la operación de nuestro país en Crimea fue el almirante de la Flota de Mar Negro, Ígor Kasatonov. Fue el 13 de marzo de 2015, en una entrevista a RIA Nóvosti, en la que afirmó que «la Flota de Mar Negro dispuso la cabeza de puente, los oficiales sabían lo que ocurría a su alrededor, conocía las posiciones de las unidades de las fuerzas ucranianas, y el desarrollo de la operación se planeó con mapas. Es decir, la Flota de Mar Negro cumplió su misión: se transportó a los hombrecillos verdes, y se tomó el Parlamento». De manera casi inmediata , tras las declaraciones de Kasatonov aparecieron también las inequívocas afirmaciones de Vladímir Putin.

En la entrevista para el documental Crimea. El camino hacia la patria, que se emitió en el canal estatal Rossiya 1, el presidente confesó que él mismo dirigió en persona las acciones de las tropas rusas en Crimea. Además, relató cuándo y en qué circunstancias emitió la orden del comienzo de la anexión.

Estas son las tres frases textuales más destacadas de Putin:

«Sucedió la noche del 22 al 23 de febrero, terminamos [la reunión] alrededor de las 7 de la mañana, dejé ir a todo el mundo y me fui a dormir. Y al despedirnos, no voy a ocultarlo, al despedirnos, antes de que todos se fueran, les dije a mis colegas, que eran cuatro, que la situación en Ucrania había cambiado, de manera que teníamos que empezar a trabajar para devolver Crimea a Rusia.»

«Para bloquear y desarmar a 20 mil hombres armados y pertrechados se precisa un grupo muy específico, no solo en cantidad, sino en calidad. Necesitábamos especialistas que supieran cómo llevarlo a cabo. De modo que, no lo oculto, di la orden y las instrucciones al ministerio de Defensa de trasladar a Crimea fuerzas especiales y la armada bajo el pretexto de reforzar la seguridad de nuestros puntos militares.»

«¿Sabe cuál fue nuestra ventaja? Que yo mismo lo dirigí. No porque lo hiciera yo todo bien, sino porque, si se ocupan las altas autoridades del país, a los que ejecutan las órdenes les es más fácil ejecutarlas.»

Con estas declaraciones públicas, Putin confirmó, de hecho, su participación y su responsabilidad personal en la anexión de Crimea. Es importante destacar que, al ejecutar una operación militar en la península, y anexionarla al de la Federación de Rusia, el gobierno del país ha violado flagrantemente tres acuerdos internacionales que había suscrito:

  • El Memorándum de Budapest, de 5 de diciembre de 1994, uno de cuyos artículos reza: «4.1. La Federación de Rusia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América reafirman su compromiso de respetar la independencia, la soberanía y las fronteras de Ucrania».
  • El Acuerdo de Amistad y Cooperación entre la Federación de Rusia y Ucrania, firmado en Kyiv, el 31 de mayo de 1997: «Artículo 7. Las partes implicadas respetan la integridad territorial de cada uno y afirman la imposibilidad de cambio de las fronteras existentes entre ambos».
  • Acuerdo entre la Federación de Rusia y Ucrania sobre las fronteras entre ambos países, firmado en Kyiv el 28 de enero de 2003, según el cual Crimea fue y será parte de Ucrania.

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Informe de Nemtsov. Prólogo

Informe de Nemtsov. Capítulo I

Informe de Nemtsov. Capítulo II

Publicado por Anna Khrunyk

Traductora y revisora

4 comentarios sobre “Informe de Nemtsov. Capítulo III. Cómo se llevaron Crimea

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